A través de
las vidas de cinco amigas (Julia, Nina, Lolita, Marta y Olga) a lo largo de
treinta años, Care Santos retrata a una generación de mujeres que tuvieron
que construir sus destinos en un momento en que la hipocresía de aquellos que
querían mantener las formas a cualquier precio se enfrentó a nuevas miradas
sobre la amistad, el amor y la libertad.
Media
vida es, en realidad, un restaurante, un proyecto personal de Marta Viñó para
realizarse y comenzar una nueva vida. Su hermana gemela Olga le convence para
que, pocos días antes de la apertura, justo el día que se casarán Carlos y
Diana de Gales y Barcelona sufrirá una torrencial tormenta, ofrezca una cena a
sus antiguas compañeras de internado.
La acción
comienza en julio de 1950, cuando las cinco adolescentes juegan juntas por
última vez a «Acción o Verdad» o, como ellas lo llaman, el juego de las prendas
en el internado. Olga ejerce como perversa maestra de ceremonias, y el
resultado será la expulsión de julia del internado.
31 años
después, la autora nos ofrece el retrato
de cada una de esas adolescentes ya en su madurez, a mitad de su vida,
mientras acuden a la cena. Aquí vemos la vida de cinco mujeres muy distintas,
que han reaccionado de forma muy diferente ante lo que la vida les ha deparado,
y de esta manera nos encontramos ante una novela coral donde los hombres han
quedado relegados a la sombra, a papeles muy secundarios: Olga Viño (se ha
casado sin amor para conseguir una posición muy acomodada, mojigata, con una
mentalidad propia del nacional-catolicismo), su hermana gemela Marta Viñó
(quería ser novelista, pero ha triunfado en el mundo editorial con sus recetas
de cocina; está harta de ser un producto de marketing de su marido y de las
infidelidades de éste), Lolita Puncel (está a punto de dar a luz y hace dos
semanas que murió su marido; ha esperado más de veinte años para casarse con
él, pues era un socio de los negocios de su tío, del que ha estado enamorada
desde que dejó el internado), Nina Borrás (perteneciente a una familia
acaudalada catalana, es expulsada de su familia al quedarse embarazada con
dieciséis años; con veinte cumplidos, su marido la abandona y tiene que ganarse
la vida de forma independiente; es la más desinhibida del grupo, y no quiere
renunciar a lo que le queda de juventud, pues a los cuarenta y cinco ya es
abuela), Julia Salas (en la actualidad es diputada socialista y una de las
propulsoras de la ley del divorcio).
Tras la cena,
y derrumbadas las defensas por el alcohol, volverán a jugar a las prendas, y
allí hablarán sobre el amor, la traición, el deseo, la amistad, las relaciones
familiares, el perdón, la maternidad… y varios secretos irán saliendo a la luz.
Care Santos
apoya la narración en hechos históricos y sociales que tuvieron transcendencia
en nuestro país como la promulgación de la ley de divorcio, el golpe de Tejero,
la boda de Lady Di, el concierto de los Beatles en la Monumental de Barcelona,
o el estreno de Lo que el viento se llevó.
La
historia está muy bien contada, con un ritmo ágil y un lenguaje sencillo. Los
personajes femeninos, con sus miedos y esperanzas, están muy bien
desarrollados, y llegamos a comprender las motivaciones de cada una de las
protagonistas.
PREMIO NADAL DE NOVELA 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario