Según el DRAE
bestiario es en la literatura medieval, una colección de relatos, descripciones
e imágenes de animales reales o fantásticos.
Bestiario,
la obra de Stéphane Poulin, es la audacia, la imaginación y la calidad artístico-literaria
plasmadas en un libro. Sus ilustraciones forman un binomio perfecto con el
prólogo de Jean Fugére, un ejercicio literario rebosante de destreza. Se trata
de un texto introspectivo, lleno de surrealismo, que profundiza en lo más hondo
del alma. Utiliza un lenguaje desinhibido y evocador, que juega con el doble
sentido. Estamos en un mundo repleto de referencias al arte de Magritte, Hopper
o Van Gogh
Las páginas de
Bestiario
contienen seres dotados de rasgos psicológicos y físicos imposibles, animales
humanizados como el perro mayordomo o el pingüino pintor. Poulin ilustra
comportamientos llevados al extremo, como el bolero que bailan toro y torero, o
estampas oníricas como el cazador de patos en un plato de sopa, o el ratón
gigante corriendo en una noria de feria... Fauna con genio y figura.
Entre los
guiños más llamativos figuran su homenaje a Magritte y Saint-Exupéry, de cuyas
obras hace una curiosa fusión: ni la pipa ni el sombrero del Principito
resultan ser la suma de lo que son... Destaca
también la versión de “Nighthawks” (1942), una de las obras más conocidas de
Edward Hopper, pintor por excelencia del realismo americano en la década de
1920.
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