La gente me
provoca confusión. Eso me pasa por dos razones principales.
La primera
razón principal es que la gente habla mucho sin utilizar ninguna palabra.
Siobhan dice que si uno arquea una ceja puede querer decir montones de cosas
distintas. Puede significar «quiero tener relaciones sexuales contigo» y
también puede querer decir «creo que lo que acabas de decir es una estupidez».
Siobhan
también dice que si cierras la boca y expeles aire con fuerza por la nariz
puede significar que estás relajado, o que estás aburrido o que estás enfadado,
y todo depende de cuánto aire te salga por la nariz y con qué rapidez y de qué
forma tenga tu boca cuando lo hagas y de cómo estés sentado y de lo que hayas
dicho justo antes y de cientos de otras cosas que son demasiado complicadas
para entenderlas en sólo unos segundos.
La segunda
razón principal es que la gente con frecuencia utiliza metáforas. He aquí
ejemplos de metáforas.
Se murió de risa.
Era la niña de sus ojos.
Tenían un cadáver en el armario.
Pasamos un día de mil demonios.
Tiene la cabeza llena de pájaros.
La palabra
metáfora significa llevar algo de un sitio a otro, y viene de las palabras
griegas μετα (que significa de un sitio a otro) y φερειν (que significa
llevar), y es cuando uno describe algo usando una palabra que no es
literalmente lo que describe. Es decir, que la palabra metáfora es una
metáfora.
Yo creo que
debería llamarse mentira porque no hay días de mil demonios y la gente no tiene
cadáveres en los armarios. Cuando trato de formarme una imagen en mi cabeza de
una de estas frases me siento perdido porque una niña en los ojos de alguien no
tiene nada que ver con que algo le guste mucho y te olvidas de lo que la
persona decía.
Mark Haddon, El Curioso Incidentedel Perro a Medianoche
PREMIO LIBRO DEL AÑO WITHBREAD 2003
PREMIO AL MEJOR LIBRO PARA JÓVENES LECTORES 2005
PREMIO PARA ESCRITORES DE LA COMMONWEALTH 2004
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