Enviado
por Pedro:
El detective
Katayama tiene dos importantes problemas que le impiden ser un policía de
primera: por una lado siente pánico ante la sangre, solo con verla se desmaya.
Por otro, es tan tímido que es incapaz de hablar con mujeres.
A pesar de
esto, deberá unirse a la la investigación del asesinato de una universitaria y
le será encomendada la vigilancia de una residencia femenina de la universidad.
Su vida dará
un giro inesperado cuando conoce a un catedrático que tiene una mascota a la
que llama Holmes y que, para sorpresa del detective, no es una gata corriente…
A partir de
aquí nos encontramos con la desaparición del mobiliario de una sala de la
residencia o la muerte del decano en una habitación cerrada.
Esta es la
primera entrega de una conocida serie de libros de Jiro Akagawa que provocó
que los aficionados a las novelas de misterio aumentara vertiginosamente en
Japón. Una mezcla de comedia y misterio que se ha convertido en una obra
emblemática para los lectores y que ha llevado a su personaje, la gata calicó
Holmes a ser uno de los personajes más queridos y populares de la ficción
nipona.
La historia se
caracteriza por la vertiente cómica propiciada por muchas de las situaciones en
las que se ve envuelto nuestro protagonista, y también la policiaca, con unas
historias cargadas de crímenes y de detalles siniestros. Katayama es un
personaje bastante curioso para su profesión: un detective de la policía
atípico con fobias inconcebibles y un talante sin el arrojo de los detectives
épicos, que han hecho que se gane el apodo de «princesita» entre sus
compañeros. Luego tenemos la gata, Holmes, que conduce a nuestro protagonista a
los distintos escenarios del crimen o le señala pistas o posibles sospechosos.
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