Enviado por Jaime:
La novela de Ricardo Mariño está organizada en
diecinueve capítulos que desarrollan, alternativamente, dos argumentos; en
principio, estos relatos sólo comparten el marco témporo-espacial. Por un lado,
se narran las peripecias de Hitoshi, un ángel que acaba de salir de la Escuela
de Ángeles Cupidos con las mejores notas, pero no logra realizar bien su
trabajo en el Parque Centenario, donde le han enviado para que enamore a las
parejas. Por otro, se cuenta la historia de Confuso, el perro de Dimitri Dimitrovich,
un escritor poco atento a los requerimientos de su mascota.
La acción avanza con la huida de Confuso, aburrido
de su hogar, y sus aventuras con Nerviosa, una perrita que, despechada,
abandona a su dueña por unos días. Estando en el parque y gracias a que
Nerviosa es muy lectora, Confuso se entera de que su amo ha escrito varias
novelas que lo tienen como protagonista (Confuso en la Prehistoria, Confuso en
el lejano Oeste, etcétera).
Las casualidades se multiplican hasta que ambas
tramas confluyen en una misma historia: los desaciertos de Hitoshi lo llevan a
desempeñar un rol menos comprometido: el de ángel guardián de animales. A
partir de ese momento, su misión es velar por la integridad de Confuso.
En este relato se plantea la simultaneidad de
acciones y perspectivas; además, la forma de terminar cada capítulo mantiene la
tensión entre esos tres mundos (el humano, el animal y el celestial),
aparentemente ajenos entre sí. El disparate, la exageración, las acumulaciones,
el absurdo, el extrañamiento (dado por la singular mirada de Confuso) y la
parodia de otros géneros –como la crítica literaria– y de ciertos productos
televisivos, como los talk shows, son algunos de los recursos que encontramos
en esta historia, en la voz de un narrador omnisciente y en diálogos, donde
prevalece el registro coloquial. El autor también juega con la posibilidad de una
ficción dentro de otra –como ocurre en el sueño de Confuso–, y expone algunas
críticas que apuntan a la literatura infantil y a sus autores.
Destacan los protagonistas: Confuso, que enternece y
divierte con sus pensamientos “perrunos” y sus singulares interpretaciones, e
Hitoshi, cuya participación en la historia se asocia con las angustias del
primer trabajo, las limitaciones de la teoría frente a la práctica, el fracaso
de la tecnología cuando se pretende medir con ella las emociones, y la certeza
de que alcanzar el mejor promedio no garantiza el éxito laboral. Ésta es, sin
duda, la figura con la que los chicos se podrán identificar, ya que el
personaje debe sobrevivir a los discursos del director, a los avatares de la
vida escolar, a las burlas de Kikuchi, uno de sus compañeros –quien lo
ridiculiza con el apodo de “Nariz”–, y a las permanentes dificultades de su
nuevo rol.
Como y cuando aparece el narrador en estos textos
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