La rusa
Ekaterina Panikanova crea collages donde desarrolla un lenguaje visual,
en el que las historias contenidas en los libros, que hacen de lienzos, se
extrapolan graficamente mediante grabados o ilustraciones realizados a tinta.
Sus piezas transmiten una atmósfera bohemia cargada de lirismos, donde el
expectador hilvana su propia historia.
Panikanova
extiende los libros abiertos, los alinea cuidadosamente y pinta sobre su
superficie como si no hubiera separación entre ellos. Los ejemplares que
utiliza, de páginas viejas, amarillentas y gastadas, encajan a la perfección
con sus ilustraciones, casi siempre en blanco y negro, creando una atmósfera de
nostalgia que a veces se vuelve onírica e inquietante por la extraña
combinación de elementos.

Sus obras
conforman toda una suerte de gigantescos rompecabezas ocultos, una red
irregular que mezcla confusión y orden. Si los libros están cerrados y apilados
nada nos lleva a pensar que sean algo fuera de lo normal. Para revelar la
ilustración es necesario abrir cada libro por la página precisa y situarlo en
un lugar en concreto con respecto a los demás. Pero también hay libros que son
como espacios en blanco, como silencios, sin embargo necesarios en el conjunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario