Enviado por Maite
La historia de
una niña que no podía escuchar las palabras
Imagina un
caserón de piedra parda en una calle cualquiera de una ciudad sin nombre.
Acércate más.
¿Ves el nombre tallado en piedra? El teatro Serendipity te da la bienvenida.
Si has llegado
tan lejos imaginando, no te costará entrar.
Nada más
hacerlo verás a Joseph tras el mostrador. Fíjate en la vieja estantería que hay
justo detrás de él. Hay algo que llama tu atención. Entre una corona envejecida
que ya ha perdido todo su brillo y una figura horripilante de una bailarina, me
ves a mí.
Y, justo en
este momento, Hope, una niña incapaz de escuchar las palabras, acaba de entrar.
Puedes seguir
imaginando o dejar que te cuente qué ocurrió.
Wendy
Davies regresa al panorama de la literatura inspiracional con una
novela que narra la historia de una niña diferente, un trasunto de Momo, una
Matilda adolescente que tiene como cómplices a una marioneta, al dueño de un
pequeño teatro y a sus palabras como escudos frente a una pérdida irreparable,
pero también como peldaños de una escalera de esperanza hacia el futuro.
Es Wave, la
marioneta, quien nos cuenta la vida de Hope, la del viejo gruñón Joseph, tras el mostrador del teatro, y la de
los habitantes de la ciudad, que la rechazan porque no la comprenden, ya que
Hope, por un motivo concreto, puede escuchar los sonidos, pero no las palabras,
excepto las de Joseph, y por esa razón vuelve día tras día a conversar con el
dueño del teatro.
La historia
nos atrapa enseguida y avanza con rapidez gracias a sus capítulos cortos y a la
formar de narrar aparentemente sencilla de sus autoras (recordemos que tras el
seudónimo de Wendy Davies están Merche Murillo y Fátima Embark). Estamos
ante una novela de aprendizaje, donde pronto afloran los sentimientos de una
forma muy cuidada, sin sensiblerías, y asistimos al paso de la infancia a la
adolescencia.
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