Daniel
Hernández Chambers nos ofrece tres momentos distintos en la vida de
Julio en Gorgos, el pueblo costero donde vive su abuelo.
El
primero, cuando tiene 7 años Julio y recibe un curioso regalo que marcará su
existencia: un catalejo (o «miralejos», como él lo llama) con el que otea el
horizonte e imagina que es el vigilante de Gorgos. Gracias a ello, traza un
nuevo plano del pueblo cambiando nombres según lo que ha visto con su
miralejos. Conocerá a Irene, una niña de su edad, descubrirá el mundo que lo
rodea, y la leyenda de la granja de los Orgaz (cuyos habitantes desaparecieron
sin dejar rastro) o la del Lepo, un monstruo conocido como el Señor de los
Bosques, de la cual, en un primer momento, se ríe.
El
segundo, cuando Julio tiene 14 años. Viaja solo a casa de su abuelo, pues sus
padres se han quedado en la ciudad para intentar salvar el matrimonio. En este
momento, se intensifica la relación entre Julio e Irene (que sueña con volver a
ver el cadáver de su padre, desaparecido en el mar); a la vez, se retoman las
relaciones entre sus abuelos, que estuvieron a punto de ser novios en su
juventud. Severina le cuenta a Gustavo la verdad sobre el origen de Irene y la
maldición que pesa sobre su familia.
El
tercero, a los pocos meses Julio regresa por la muerte de su abuelo.
Y
en medio, siempre, ese bosque oscuro, misterioso…
El
autor nos ofrece una historia entretenida que nos atrapa enseguida con sus
capítulos cortos y todo lo que va sugiriendo (el bosque, el mar, la granja de
los Orgaz, la fotografía de los quintos del abuelo Gustavo…). El lenguaje es
sencillo, en apariencia, pues en muchos momentos puede rozar lo poético o en
otros, como cuando nos adentramos con Julio en el bosque, sentimos su
desasosiego, su miedo…
Parte
del tópico de los recuerdos, de esa magia de la infancia, y a partir de aquí
nos conduce a diferentes misterios, que poco a poco irá resolviendo para
llevarnos a un final rápido, sorprendente, que en ningún momento nos esperamos
XVII PREMIO DE LITERATURA JUVENIL ALANDAR, 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario