Marzo de 1937.
Mientras la
Guerra Civil sigue su trágico curso, una nueva misión lleva a Lorenzo Falcó
hasta Tánger, turbulenta encrucijada de espías, tráficos ilícitos y
conspiraciones, con el encargo de conseguir que el capitán de un barco cargado
con 30 toneladas de oro del Banco de España cambie de bandera o, en su defecto,
asaltar el barco, eliminando a los agentes que vigilan el oro, o hundir el barco para que la carga no llegue
a su destino.
En el transcurso
de la misión, Falcó se reencuentra con Eva Neretva, la espía soviética que
conocimos en el anterior volumen de la serie, y ambos tendrán que dirimir los
fantasmas de su pasado y pagar viejas deudas.
Pero, por
encima de ellos, el enfrentamiento entre dos marinos, que se respetan por ser
fieles a sus convicciones (y eso que uno de ellos sabe que lo tiene todo
perdido, que apenas tiene posibilidades de salir con bien): Fernando Quirós
Galán, capitán del mercante republicano Mount Castle, responsable de su carga y
su tripulación, y, Antonio Navia, capitán del destructor franquista Martín
Álvarez, desengañado de sus superiores
El comienzo de
esta novela de Arturo Pérez-Reverte es trepidante, frenético: en las primeras
páginas, vemos como a nuestro protagonista le persiguen en Lisboa, mata a uno
de sus perseguidores y deja fuera de combate al otro antes de irse a cenar y
acostarse con una vedette. Ritmo vertiginoso, que se mantendrá, y la trama de
la novela no ha comenzado todavía.
Ya
conocimos a los dos protagonistas en Falcó, la anterior novela de esta
serie. Por un lado, Lorenzo Falcó, el hijo díscolo y renegado de una adinerada
familia jerezana que posee bodegas. Le gusta caminar por el lado salvaje de la vida.
Es amoral, no cree en causas, descreído y de vuelta de todo. Lo único que le
mueve es su pasión por la acción, por sobrevivir y las mujeres. Frente a él,
Eva, la única mujer que parece importar a Falcó y la única capaz de engañarle
(nos recuerda a la Irene Adler, de Sherlock Holmes, actualizada): joven,
inteligente, guapa, fiel a sus ideas hasta la muerte.
Vale
la pena, y, si no lo habéis hecho ya, leed la primera de la serie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario