Axlin es la
escriba de su aldea, la única que sabe leer y escribir, pero nadie de su
entorno comprende realmente la importancia de su trabajo. La gente de su pueblo
ha sobrevivido a los monstruos durante generaciones y ha aprendido a evitarlos
en la medida de lo posible. Pero un día Axlin descubre que existen muchos tipos
de monstruos diferentes, que cada aldea se enfrenta a sus propias pesadillas y
que hay criaturas que no conoce y ante las que no sabe cómo defenderse.
Por este
motivo, se ha propuesto investigar todo lo que pueda sobre los monstruos y
plasmar sus descubrimientos en un libro que pueda servir de guía y protección a
otras personas. Por eso decide partir con los buhoneros en una larga ruta,
buscando la Ciudadela (un lugar donde no hay monatruos), para reunir la
sabiduría ancestral de las aldeas en su precaria lucha contra los monstruos. No
obstante, a lo largo de su viaje descubrirá cosas que jamás habría imaginado
cuando partió.
Éste
el primer libro de Guardianes de la Ciudadela, la nueva saga de Laura
Gallego.
En él encontramos a Axlin, una chica de
mentalidad científica convencida de que la razón y el conocimiento pueden ayudar
a crear un mundo mejor, por ello decide investigar cómo son los distintos monstruos,
cuáles son sus puntos débiles para que la gente aprenda a defenderse de ellos.
Con objeto de llevar a cabo su plan, deberá romper con el papel principal que
le ha otorgado la sociedad en la que vive, ser una mera perpetuadora de la especie, de la raza humana.
En
su viaje, conocerá a Xein, un joven de su edad, dotado de reflejos, vista, velocidad
y fuerza tales que es capaz de enfrentarse a los monstruos y derrotarlos. Sus
ojos dorados, que terminarán cautivando a Axlin, le distinguen del resto de la
gente y serán decisivos en un destino que le está determinado y no espera.
El
libro es ameno, con un ritmo ágil. La historia está contada desde el punto de
vista de nuestros dos protagonistas. Hay bastante acción, sobre todo por los
enfrentamientos con los monstruos: piesmojados, nudosos, galopantes, peludos, dedoslargos,
pellejudos, etc… Es un libro en cierta forma oscuro y cruel: cuanto más “civilizado
y seguro” es un lugar, el individuo, la persona, se preocupa menos por los
demás, mostrando que es capaz de mentir, robar, matar, etc… Y aparte están los
guardianes, esos guerreros legendarios que parecen autómatas, pues se saben los
mejores y no muestran ningún tipo de emoción.
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