Este
libro de poemas de Antonio García
Teijeiro, con las ilustraciones de Xan
López Domínguez y su niño marinero, obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, 2017.
Este
librito forma parte de una trilogía, donde encontramos un mar que ronca, que
moja con poemas, que tiene trenzas, que camina seco, que llora por dentro y
cala por fuera. Mares con islas como estrellas, mares de plumas que son de agua
y miel, mares de tinta verde con barquitos de papel.
Sus
versos nos muestran un mar triste, alegre, que va jugando con nosotros como las
olas que van y vienen:
¿Podéis oírlo?
Allá lejos
el mar ronca
y cerca del horizonte
las gaviotas vuelan locas.
Diversos
elementos van a caracterizar el libro: los barcos, el viento, la sal, las
gaviotas, las estrellas, la arena… Y todos ellos nos remiten al mismo
protagonista, al mar, un mar que se nos muestra cambiante, sorprendente:
Quiere el mar
lo que no tiene:
quiere flores
de colores
quiere rosas
olorosas
quiere ovejas
sin orejas
quiere gatos
con zapatos
quiere fiestas
con orquestas
quiere hadas
plateadas
quiere espejos
sin reflejos
quiere montes
y horizontes…
Quiere todo del
revés.
Y sus sueños
no los ves.
Son
poemas breves con versos cortos, buscando, como en nuestras viejas
cancioncillas infantiles, una musicalidad con la que puedan jugar los niños,
mientras el poeta juega con las palabras para despertar viejas y nuevas sensaciones
y significados:
Tiene sólo tres
letras
el Mar
pero si le damos
un
beso,
crece,
sonríe
y aparece
el
verbo Amar
EN el MAR, reMAR
Con sol, soñar
Con los dos, solMAR
HE ENCONTRADO
una palabra
que rima
con la sonrisa del
mar:
sonrimar.
Y también
vemos esos pequeños homenajes a varios poetas, como los dedicados a Rafael
Alberti, Juan Ramón Jiménez o a mi paisano, José Antonio Labordeta:
Escribió una vez el
poeta de la gorra marinera
y largo cabello cano,
cuando vio que el mar
volaba por el cielo:
Adiós.
No le digas nada.
¿Dónde está?
Di cuando mires a
tierra:
Había una vez el mar.
Entonces, por miedo a
perderlo, decidí
Poemar el mar
QUIERO llegar al mar
(si es que
está huyendo)
para abrazarlo.
Quiero llegar al mar
(y que no
huya)
para agarrarlo.
Quiero llegar al rasar
(si está
durmiendo)
para acunarlo.
Quiero llegar al mar
(si está
llorando)
para alegrarlo.
Quiero llegar al rasar
(si está
celoso)
para besarlo.
Quiero llegar al mar
(si está
gritando)
para calmarlo.
Quiero llegar al mar
(si está
perdido)
para inventarlo.
Quiero llegar al mar
(si está
volviendo)
para guardarlo.
PREMIO NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL 2017
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