Este
viernes fueron al Gran Teatro 4º de ESO y 1º de Bachillerato CH. La obra era Tunel
56, una obra futurista distópica, interpretada por Juan Castilla y Segundo Belmonte, al que mucho
conoceréis del grupo teatral La Troya de Villarrobledo.
Los
alumnos de bachillerato han hecho unas reseñas sobre la obra y aquí os dejamos
alguna:
Túnel 56 es
una obra a simple vista cómica, aunque a mi parecer esta intenta ir un poco más
allá tratando de hacer una pequeña crítica sobre la guerra.
La obra
transcurre en uno de los túneles del subsuelo de la ciudad, ya que la parte
superior se encuentra infestada de francotiradores, en este túnel podemos ver a
los dos únicos personajes de toda la obra, pero estos son suficientes para
mostrarnos los dos extremos de la guerra y a su vez dar lugar a esas
situaciones cómicas que caracterizan a la obra, ambos personajes llegan a tener
sus momentos de seriedad y sus momentos divertidos.
Es cierto que
esta crítica a la guerra solo puede apreciarse en ciertos momentos de la obra,
que no llegan a profundizar demasiado en el porqué de la guerra y que no nos
dan casi información sobre ella, pero aun así no creo que la intención del
autor fuera describir de forma detallada la guerra si no que este prefiere
centrarse en como la guerra ha afectado a dos personas distintas y como aun
siendo dos personas muy distintas pueden llegar a hacerse amigos tras vivir
momentos difíciles, y es que el tema de la guerra no creo que sea más que eso,
una simple excusa para juntar a dos personas distintas y centrarse en el
desarrollo de estas.
En general su
trama no es demasiado compleja, ya que la obra parece estar destinada a un
público joven, nos presenta un contexto más bien sencillo y se centra en
desarrollar a nuestros dos protagonistas, esto hace que al final, cuando uno de
los dos personajes muere y la guerra se termina, no sintamos prácticamente nada
respecto al final de la guerra, pero si nos causa un cierto impacto (tampoco
llega a ser muy alto debido a la corta duración de la obra) el hecho de que
este personaje muera, se puede apreciar esto en la misma obra, ya que a nuestro
segundo protagonista no parece importarle el hecho de que la guerra haya
acabado, el solo quiere intentar salvar al que llegó a ser su amigo.
Algo que a mí
me pareció muy positivo de la obra es el denominado “setting”, yo no he estado
en muchas obras de teatro, pero en las que he estado los elementos que
utilizaban eran más bien escasos y el decorado era muy simple, pero en el caso
de esta obra me llamó la atención la cantidad de elementos que utilizan, un
fuego que se mantiene activo toda la obra, unas ratas falsas, réplicas de armas
reales…, todos estos elementos ayudan a que la obra se vea más real y que seas
capaz de meterte más en la historia y en la situación de los personajes
En general es
una obra entretenida que recomiendo a toda la familia, aunque como he dicho
antes me parece que está más destinada a un público joven debido al tipo de
humor que se utiliza y a la trama sencilla, esto no quiere decir que un público
más adulto no pueda disfrutar la obra, al contrario, una persona adulta también
puede llegar a disfrutarla mucho.
Ismael Lozano Ortega
Túnel 56 es una obra de teatro dirigida a todos los públicos, cosa que
un espectador de cierta edad agradece. Está basada en una España en la que se
vive una nueva Guerra Civil, donde los ciudadanos viven con la constante
presión de los francotiradores. Por ello, unos pocos han decidido esconderse en
los túneles subterráneos de metro. Allí abajo, el mundo no es mucho mejor que
en la superficie: nos encontramos un mundo donde prima la supervivencia; la
amistad y el compañerismo, si uno quiere seguir viviendo, han quedado atrás en
el tiempo, nada es fiable. Esto es, un mundo en el que prima los instintos
vitales, más allá de cualquier resquicio humano de una sociedad avanzada
(viendo esto siempre desde el punto de vista de la exageración poética).
Así pues, el eje principal de la obra es la contraposición entre los
instintos más primarios de supervivencia del hombre y todo aquello que legitima
nuestra condición de hombre: la poesía, el arte, el compañerismo, nuestra
humanidad en resumen. Esta antítesis deriva en una crítica a la guerra,
culpable de todos los males que sufre la sociedad, y a la cual el ser humano
llega víctima de su propia estupidez e irracionalidad.
¿Cual es el objetivo de la obra entonces, desalentarnos sobre el futuro
de la humanidad? Todo lo contrario.
Cabe destacar que esta alternancia entre puntos de vista está encarnada
en los dos únicos personajes de la obra. Por desgracia, ya sea por la mala
acústica del lugar, ya sea por mi mal oído, no pude oír los nombres, por ello los
llamaremos “el abuelo” (que encarna la racionalidad, la humanidad) y “el joven”
(quien representa la supervivencia). Así pues, como veremos en las
intervenciones de “el abuelo”, se defiende siempre esos ideales de cultura
humana y racionalidad, por encima de la guerra y la insensatez y decadencia a
la que llega la sociedad.
El argumento de la obra es sencillo, un hombre tiene su refugio
subterráneo y vive tranquilamente en él, cuando se le aparece un viejo
malherido, al que al final, tras cierta reticencia, acaba aceptando como
compañero. El viejo, demuestra constantemente su ineptitud para las tareas de
supervivencia, aunque él siempre insistirá en su utilidad como hombre letrado.
Para no destripar el final, diré que simplemente acaba bien. Cabe destacar
también que, a pesar de los temas serios tratados en la obra, haya lugar para
cierta dosis de humor.
Como conclusión, no cabe más que decir que la obra ha sido entretenida
y merece la pena verla, le damos un resultado positivo. Aún así, diré dos
aspectos de la obra que no me han gustado, esto siempre desde el punto de vista
personal. El primero sería el humor un tanto absurdo (incluso malo) que algunas
veces podemos encontrar, como cuando se supone que los espectadores tienen que
reírse por el simple hecho de que “el joven” le grite a “el abuelo” con todas
sus fuerzas. El siguiente punto, y esta vez todavía más personal, y diciendo
que esto no le influirá a la mayoría en la visualización de la obra, es el
hecho de que como motivo para la guerra utilicen el tema del independentismo,
pues parece que es siempre tratado despectivamente y rebajado a lo absurdo. Aún
así, repito, la obra es bastante disfrutable.
Fran Nueda
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