martes, 25 de mayo de 2021

EL CÍRCULO ESCARLATA

 Enviado por Ana

Como en la anterior novela de César Mallorquí, Las lágrimas de Shiva, el narrador será el propio Javier. Ahora, cuatro años después de descubrir qué pasó con Beatriz Obregón y con el famoso collar, Javier se trasladará a Santander para ayudar a Violeta a descubrir un nuevo misterio. Es el verano de 1973 y nuestro protagonista volverá a ser testigo de la presencia de otro fantasma, que no será tan amable como Beatriz Obregón y que aterrorizará en varias ocasiones a nuestros protagonistas.

La Mansión Kraken será el refugio de este nuevo fantasma aficionado a los relatos de terror, un edificio con apariencia de fortaleza que tiene un aire un tanto siniestro y que parece el decorado de una película de miedo. Melquiades, su último dueño, falleció hace dos años y la familia de Elena, amiga de Violeta, no ha conseguido encontrar los documentos de propiedad para aceptar así la herencia. Javier, gracias a sus dotes detectivescas y a esa sensibilidad especial para contactar con los fantasmas, descubrirá poco a poco qué se esconde detrás de esa mansión. Conoceremos así algunos detalles de la vida de los antepasados de Melquiades y el origen de esa mansión maldita, construida con la sangre de inocentes. Aníbal Salazar será la oveja negra de la familia, un traficante de esclavos conocido como “La Bestia” que cometió verdaderas atrocidades.

Finalmente, Javier descubrirá quién se oculta detrás del fantasma de la casa, un adolescente aficionado a leer historias de terror y que creará su propia historia: La secta del círculo escarlata. Se trata de un relato enmarcado, es decir, una historia dentro de la historia principal que protagonizan Javier y Violeta. Es un manuscrito que el fantasma dejó inconcluso al morir y que logrará terminar gracias a la ayuda de Javier, dejándole nada menos que su cuerpo. A raíz del hallazgo de este manuscrito y de algunas revistas de terror que encuentran en la biblioteca, el autor nos introduce en el mundo de la Ciencia-Ficción y en la narrativa del escritor Lovecraft, al que imita nuestro fantasma. También aprovecha este género para hablarnos de su padre, José Mallorquí, que dirigió la revista titulada Narraciones Terroríficas. Incluso nos recuerda un suceso trágico en su vida, el suicidio de su padre.

Pero no todo son fantasmas, tráfico de esclavos, sectas, masones o habitaciones ocultas, también hay lugar para el amor y los celos, muchos celos. Al principio del libro descubrimos que la historia de amor que se fraguó hace cuatro años, no ha continuado en el tiempo. Javier y Violeta han dejado en el pasado ese primer amor y empiezan relaciones paralelas que finalmente no terminan con final feliz. A lo largo del libro sentimos cierta antipatía por Andrés, novio de Violeta, un chico demasiado engreído, o por Elena, muy guapa, pero excesivamente pija e interesada. Los celos que sienten Javier y Violeta al ver al otro con su pareja, les harán darse cuenta de lo que realmente sienten, aunque Azucena les tendrá que dar un pequeño empujón de nuevo.

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