martes, 9 de enero de 2018

EN LA BIBLIOTECA NACIONAL: PASA PÁGINA


Enviado por Laura Morcillo e Isabel Salinas (S2C)
           Esta exposición la pudimos ver en Madrid, en la Biblioteca Nacional. Nada más llegar, fuimos recibidos por un guía, que nos dio un folleto explicativo de la exposición y un cuadernillo de actividades.


           Pasa Página, como podemos leer en el cuadernillo de actividades que nos dieron, es, ante todo, un homenaje a la lectura. Un recorrido cómplice por los libros, por quienes los hacen y por las historias que se esconden en ellos. Vidas que solo cobran sentido cuando los lectores las hacemos nuestras y las convertimos en parte de nuestra propia existencia.
Y como la lectura es un ámbito de libertad y de intimidad, no hay un único camino en este viaje. Al revés: en él encontramos tantos itinerarios como queramos inventar, de modo que cada visitante pueda elegir su propio rumbo a través de las diferentes secciones de esta exposición. Los organizadores nos proponían cuatro diferentes: el viaje literario, el viaje emocional, el viaje creativo y el viaje profesional.


            Pasa Página reivindica la lectura, pero no lo hace sólo a través de los libros. Nos acerca al mundo de la lectura también con otros materiales que los ilustran y complementan: fotografías, documentos audiovisuales y objetos muy variados
El guía nos llevó a una sala donde había doce apartados con muchas actividades diferentes. Allí nos explicó las diferentes secciones y las actividades que podíamos hacer (algunas interactivas, otras para hacerlas en redes sociales). Veamos algunas de ellas:
En el primer apartado, Todo es empezar,  había que reconocer el principio de algunas historias y unir con sus respectivas portadas, y si acertábamos se encendía una luz. Ponían a prueba nuestra memoria e intuición a la hora de identificar los principios de algunas de las grandes obras de la literatura universal: Harry Potter, Cien años de soledad, La metamorfosis, Cumbres borrascosas, etc...


En el segundo había dos zoótropos, con los que se hacían las animaciones antiguamente.  En ese mismo apartado podías girar dichos instrumentos.
          En el tercer apartado había dos cajones con sus propios cascos, si te pones uno de los cascos te explica lo que hay dentro de ese cajón.
En el siguiente había unas gráficas, en una representaba donde lee la gente, en otra que tipo de libros lee la gente y en el último porque motivo lee la gente. En el mismo apartado, había tres dispensadores donde tenías caramelos, y en cada unos de ellos había una respuesta; la pregunta era ¿Por qué lees?


          Acontinuación había que recomendar en un papel un libro y guardarlo en unos cajones por orden alfabético. En el siguiente era uno parecido, pero había que recomendar una librería.


En el siguiente apartado explicaban como los autores de novelas gráficas o comics preparan sus libros mediante bocetos (Las meninas, de Santiago García y Javier Olivares). O el artista David Espinosa que nos ofrecía sus personales recreaciones de tres conocidas obras de la literatura universal.


          También podíamos ver cómo distintos autores nos comentaban el libro que era especial para ellos, o como les había marcado:


         Otra sección que llamó la atención es Este sillón es incómodo, a partir de una serie de fotografías que el diseñador y artista italiano Bruno Munari publicó en 1944, en las que buscaba la postura más cómoda para leer en un sillón. Una reflexión gamberra y divertida sobre los espacios de lectura, en el convencimiento de que, al final, puede leerse en cualquier sitio y de cualquier manera, incluso en un sillón, como este, incómodo.


           Otra propuesta era un plano del metro con unas líneas muy sugerentes y unas estaciones curiosas y llamativas, que en realidad son títulos de libros muy conocidos de la literatura universal, tanto clásica como juvenil:


              También vimos libros singulares, extraños, como esos posters que tras su aparente dibujo se escondían libros enteros con letras muy pequeñas, para poder leerlo tenias que hacer una foto al poster y ampliarla (Moby Dick, Poeta en Nueva York), o propuestas para crear nosotros mismos un poema, un libro…


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