jueves, 25 de octubre de 2018

EL MAPA DEL TIEMPO


Enviado por David (B1CH)

Londres, 1896.

Innumerables inventos alteran una y otra vez la faz del siglo haciendo creer al hombre que la ciencia es capaz de conseguir lo imposible. Y sus logros parecen no tener límites, como demuestra la aparición de la empresa de Viajes Temporales Murray, que abre sus puertas dispuesta a hacer realidad el sueño más codiciado de la humanidad: viajar en el tiempo, un anhelo que el escritor H. G. Wells había despertado un año antes con su novela La máquina del tiempo.

De repente, el hombre del siglo XIX tiene la posibilidad de viajar al año 2000, como hace Claire Haggerty, quien vivirá una historia de amor a través del tiempo con un hombre del futuro. Pero no todos desean ver el mañana. Andrew Harrington pretende viajar al pasado, a 1888, para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Y el propio H.G. Wells sufrirá los riesgos de los viajes temporales cuando un misterioso viajero llegue a su época con la intención de asesinarlo para publicar su novela con su nombre, obligándole a emprender una desesperada huida a través de los siglos.

Pero, ¿qué ocurre si cambiamos el pasado? ¿Puede reescribirse la Historia?  

Aclamada por miles de lectores, El mapa del tiempo es una fantasía histórica imaginativa y trepidante, una historia de amor y aventuras que transporta al lector al fascinante Londres victoriano en su propio viaje en el tiempo.

Esta novela de Félix J. Palma junta un poco de fantasía con algo de ciencia, por lo que el leerlo me ha resultado un pasatiempo bastante agradable, y me ha gustado tanto que ya he empezado a leerme el resto de la trilogía (lo prometido es deuda).

A mí me gusta mucho la ciencia ficción, y a lo largo de la obra van sucediendo eventos que al principio resulta ser ficticios, pero acaba resultando un montaje, apoyado por la ciencia, salvo por la última historia, que ahí sí resulta ser un acto de fantasía. Me ha divertido este pequeño juego que realiza, pues el libro empieza con el “viaje” que hace Andrew, haciendo creer al propio lector de que el libro si que va a ir sobre ciencia ficción, pero acaba aclarándolo todo como un montaje, llevando de nuevo al libro a ser una novela que respeta la lógica universal. También realiza este contraste con la historia de Tom, volviendo a producir el mismo efecto, de hecho me hizo llegar a la conclusión de que la tercera historia iba a ser igual, que el principio sería algo fantástico y que luego se explicaría todo como una farsa, pero no fue el caso, pues el autor vuelve a jugar con el lector dándole a su novela un toque de ficción cuando parecía que todo iba acabar normal. Con esta serie de trucos que ha realizado el escritor, ha conseguido mantener interesante toda la historia, haciéndonos pensar que iba a ir en un sentido y acaba yendo en otro. 

Félix se ha molestado en informarse sobre las paradojas temporales y todo lo relacionado con el tema de los viajes temporales, como se aprecia en la profundas reflexiones que hace Wells sobre lo moral de hacer estos viajes. El hecho de que se haya documentado hace que, aunque los viajes temporales sean algo que seguramente que el ser humano nunca llegue a dominar, todo lo que explica acerca del tema será mucho más verosímil.

Particularmente me ha gustado la parte en la que habla de las paradojas temporales y de universos paralelos, pues lo ha hecho partiendo de una base científica y ha conseguido, mediante Wells, aplicarlo a historia de ficción con total naturalidad, pues si llega a inventarse las leyes que deben de regir en la línea temporal, seguramente hubiese acabado enredándose mucho la historia y acabaría resultando muy poco verosímil.

Si he de destacar alguna de las tres historias sería la de Tom y la de Claire, pues es la que considero que está más completa. Al igual que a Murray, a mi también me gusta ver teorías de como podría ser el mundo en un futuro lejano, entonces la presentación de la guerra del año 2000, aunque siendo consciente de que era falsa y completamente inverosímil, me llama bastante la atención. Además me encanta el ingenio que demuestra Tom, que aunque es un semianalfabeto, se inventa de la nada una historia verosímil para engañar a Claire.

Por otro lado también me ha parecido interesante la forma en la que Wells se mete en la piel del personaje que su propio enemigo, Murray, había creado. Por último, pero no menos importante, también me gustaría destacar la parte en la que Tom se aferra como puede a su vida, enfrentándose a tres de su compañeros.

La historia que menos me ha gustado ha sido la tercera. Esto se debe a que Félix la ha desarrollado como una de ciencia ficción, pero tras una compleja trama de viajes temporales, hace esta historia completamente inútil, pues si no llega a contarnos esta historia habría acabado exactamente igual. Con esto no quiero decir que me haya desagradado, pues me fascina lo de los viajes en el tiempo, pero el hecho de que se algo totalmente prescindible para la hilo que tenían en común estas tres historias, hace que me pregunte para que nos lo cuenta entonces.

PREMIO ATENEO DE SEVILLA DE NOVELA 2008.

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