Enviado
por Andrea (B1C)
Miles ve cómo
su vida transcurre sin emoción alguna. Su obsesión con memorizar las últimas
palabras de personajes ilustres le lleva a querer encontrar su Gran Quizá (como
dijo François
Rabelais justo antes de morir). Decide mudarse a Culver Creek, un
internado fuera de lo común, donde disfrutará por primera vez de la libertad y
conocerá a Alaska Young. La preciosa, descarada, fascinante y autodestructiva
Alaska arrastrará a Miles a su mundo, lo empujará hacia el Gran Quizá y le
robará el corazón...
Después nada
volverá a ser lo mismo.
Miles y Alaska
se enfrentan a preguntas intemporales: ¿Qué significado tiene nuestra
existencia? ¿Podemos llevar una vida plena tras vivir una tragedia sin resolver?
En mi opinión,
la novela de John Green es un libro de adolescentes bastante diferente al
resto, tanto por su trama como por su lenguaje coloquial ameno. No es el típico
libro de adolescentes en la edad del pavo, enamorados, con un final feliz, sino
que es un libro que te muestra la ida tal y como es, con sus dificultades y sus
trabas.
También hay que valorar que en esta historia
mucha gente pueda sentirse muy identificada y quizá es eso lo que hace especial
al libro.
En primer
lugar, con Miles, el típico chico adolescente, muy tímido e inteligente, que se
siente marginado porque no encuentra su lugar y cree que no encaja en ningún
sitio. Por ello se traslada al internado de Culver Creek, donde se enamora de
Alaska. Es un tanto raro, y su mayor afición es memorizar las últimas palabras
de personas célebres y famosos. Una de esas citas le lleva a buscar su gran
aventura.
Por otra
parte, con Alaska, una chica con problemas mentales causados por una infancia
muy dura que la conducen directamente al suicidio. Es una adolescente
misteriosa y diferente, una chica rebelde que lucha por lo que quiere. No ha
tenido una vida fácil, pues su madre murió cuando ella tenía 6 años, su novio
no se preocupa de ella, y tiene miedo a su padre. Es adicta al tabaco, al alcohol
y a la literatura en iguales proporciones
Para mi, Buscando
a Alaska ha sido un libro que realmente me ha hecho reflexionar y
sentirme muy identificada con ciertos personajes. Sin embargo, me ha sabido a
poco. No sé exactamente si por su final inconcluso y abierto, o por sus escasos
giros de guión. No es un libro con el que constantemente te preguntes que va a
pasar, si no que más bien, te preguntas el por qué, Y quizás ese sea el
problema, que en este libro, nunca hay un por qué. Me parece la novela más realista
del autor, porque pienso que puedes empatizar con los personajes y que son
cercanos al lector.
Os dejo con la
reseña que subió el novelista Javier Ruescas a internet:
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