Llamé al cielo y no me oyó,
y pues sus puertas me cierra,
de mis pasos en la tierra
responda el cielo, y no yo
1 de Noviembre.
En todos los teatros españoles en la Noche de Difuntos se representaba una obra, cuyo protagonista era Don Juan. Primero, el drama de Tirso de Molina, después, otros autores, más tarde, veremos a Zorrilla en los escenarios
Don Juan ha sobrevivido a los siglos, a las modas y a las nuevas pautas sociales, como si en lugar de beber el vino de Sorrento que le sirve el posadero en el primer acto de la obra hubiera engullido el elixir de la inmortalidad.
Zorrilla le dio forma en plena eclosión del romántismo, pero el mito venía de antes, de las leyendas medievales, del burlador que dibujó Tirso de Molina, Molière, Mozart, Lord Byron o Mérimée, fascinados todos ellos por la historia del hombre audaz que desafía a los cielos sin miedo al castigo ni a la reprobación social.
Este tipo de héroe no muere fácilmente. Cambia de piel, como la serpiente. Renace cada día de sus cenizas y se acomoda a los tiempos que corren. El arquetipo sigue estando presente. Basta con ver cómo hablan de ciertas personas las revistas del corazón para darse cuenta de que, en realidad, les están reinventando como donjuanes. Don Juan no es un mito: es un patrón de personalidad. Es el seductor perfecto que sabe dar a cada mujer o a cada hombre (en el mundo gay el estereotipo también está presente) aquello que busca.
Veamos tres grandes obras de nuestra literatura
Tirso de Molina en El burlador de Sevilla combina elementos del drama religioso, la comedia de capa y espada y la satírica de costumbres relativas a clases elevadas. Todo confluye en la figura de Don Juan, cuyo erotismo le enfrenta moralmente a la sociedad, haciéndole acreedor al castigo divino. Confía en que podrá arrepentirse y ser perdonado antes de comparecer ante Dios: «¡Cuán largo me lo fiáis!», pero muere sin poder hacerlo. Don Juan unía en su personaje, quizás por primera vez en la literatura, dos temas muy diferentes:
- El del joven de costumbres licenciosas que habla sin respeto de los muertos
- El tema del burlador, del hombre que enamora a todas las mujeres y que después las abandona y desprecia.
El Estudiante de Salamanca es un poema de 1.704 versos de José de Espronceda. Su argumento es sencillo e incluye el mito de Don Juan Tenorio, la locura de la protagonista, la impresionante ronda espectral, la visión del propio entierro, la mujer transformada en esqueleto, motivos recogidos por otros escritores, y muchas ocasiones adaptados de la tradición popular. El autor introduce varias novedades como son el uso arriesgado de los versos, la mezcla de géneros, y un protagonista cínico y rebelde. En su momento el poema trasgredió los cánones estéticos y fue de vanguardia
La originalidad de Don Juan Tenorio, el drama de Zorrilla, puede centrarse en los siguientes aspectos:
- La lectura de la lista de mujeres burladas y de muertos en desafío, como resultado de una apuesta entre don Juan y don Luis.
- El enamoramiento de don Juan contraviniendo su esencia de burlador.
- La creación del personaje de doña Inés, doncella de dieciséis años, novicia, que simboliza la inocencia y la virtud, pero que es capaz de sentir con fuerza el amor por don Juan.
- El hecho de que al final Don Juan se salva por amor.
Don Juan, Don Juan, el eterno Don Juan:
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