Durante
siglos, el cuadro que representa a la familia de Felipe IV ha sido el centro de
atracción del Museo del Prado y ha inspirado a artistas y escritores,
convirtiéndose en un verdadero icono cultural. Sin embargo, Diego Velázquez es
uno de los pintores más misteriosos de su época, y Las meninas, su obra
maestra, cumbre de la pintura barroca española, es quizás también el más
extraño de los grandes cuadros de la pintura occidental.
Después de
toda una vida en la corte al servicio de Felipe IV, Velázquez por fin fue
nombrado caballero en 1658, alcanzando una dignidad insólita para un pintor en
aquel momento. En torno a este acto de ennoblecimiento cortesano, Santiago
García (guión) y Javier Olivares
(dibujo) construyen en la novela gráfica Las meninas una fantasía de largo
alcance inspirada en hechos históricos. Por sus páginas pasan desde el
conde-duque de Olivares hasta Foucault, desde el Greco hasta Buero Vallejo.
Ésta no es
sólo la historia de una obra de arte, sino la historia de cómo una obra de arte
se transforma en un símbolo. Y al final, también, un nuevo intento de contestar
a la pregunta que se han hecho generaciones de artistas, historiadores,
estudiosos y aficionados: ¿cuál es el secreto de Las meninas? Un secreto oculto
a plena vista.
Los autores
han logrado el Premio Nacional de Cómic, según el jurado, por “ser una obra que
asume un riesgo en la estructura narrativa y en el planteamiento gráfico que se
resuelve con brillantez, y por constituir un buen acercamiento a la figura de
Velázquez, su época y su influencia en otros artistas”. Persiguen que el lector
quiera saber más sobre el cuadro, que apenas aparece en el cuadro y cuyo
secreto se va perfilando con las historias intercaladas de otros autores (Dalí,
Goya, Picasso…), y el pintor con sus obsesiones: por una parte, el ser aceptado
en la orden de Santiago obteniendo un nuevo y mejorado status social (de ahí el
funcionario que busca testimonios para conceder o denegar el acceso a la orden
de Santiago, mediante conversaciones con aquellos que le conocen) y su deseo de
inmortalidad, de ser recordado por esa obra maestra que aún no ha pintado.
PREMIO NACIONAL DE CÓMIC 2015
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