Tras un prologo sorprendente, la
acción comienza en el año 2003, cuando Clarence quiere averiguar el
pasado de su familia (padre, tío y abuelo en Guinea Ecuatorial durante los años
50 y 70), pero todos optan por no revelar nada, pero el descubrimiento de unos
viejos documentos (una foto partida y una carta incompleta sin remitente ni
destinatario) la llevan a viajar a la antigua colonia en busca de los presuntos
secretos del pasado familiar.
En 1953, Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para
iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra
desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este
territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca
Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del
mundo.
En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes
hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación
con una España encorsetada y gris; comparten el duro trabajo necesario para
conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka; aprenden las diferencias y
similitudes culturales entre coloniales y autóctonos; y conocen el significado
de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una
línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor
por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial
vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la
relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de
un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente.
En esta novela fácil de leer, con un lenguaje sencillo y ameno, Luz
Gabás va entretejiendo historias familiares con sus secretos, historias
de amor, de odio, de venganzas, con toques de novela histórica, destacando la
historia del amor prohibido entre Kilian y la nativa Bisila, que de alguna
manera va a ser el desencadenante del nudo y desenlace final de la trama que
desarrolla la historia de esta familia. En paralelo, se van a desarrollar las
dos tramas de la novela; una situada en el presente, otra en el pasado, pero
ambas paralelas e íntimamente relacionadas. En realidad, ambas son la misma
historia pero contada, una vez por sus propios protagonistas Killian y Jacobo y
otra vez por Clarence quien va descubriendo cómo fue la vida de su padre y de
su tío en aquellos años. Al lector se le van dando las claves de toda la
historia del pasado, pero Clarence muchas veces anda desorientada.
Esa dualidad, que configura toda la novela (presente/pasado,
Huesca/Guinea, blancos/negros), tambien afecta a los personajes, bien definidos
y caracterizados, pues cada uno parece tener su antagónico en la obra: Kilian,
honesto y responsable, frente a Jacobo, juerguista e inconsciente. Antón, el abuelo,
que trata a los nativos de la forma mas correcta, frente a Gregorio, que
disfruta humillándolos. La dulce Bisila frente a Jade, seductora y vengativa.
Os dejo con el trailer de la pelicula, que se acaba de estrenar,
basada en el libro:
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