Enviado por Lucía.
Margaret Lea es hija de un librero de libros viejos. Viven juntos
en el segundo piso de la tienda donde Margaret aprendió a leer y ahora trabaja
con su padre. Margaret cada noche antes de dormir lee tres o cuatro horas. Una
noche encuentra una carta dirigida a ella, y cuando comienza a leerla se da
cuenta que es de la famosa y anciana escritora Vida Winter, quien le pide que se encargue de escribir su
biografía y que le cuente la verdad, lo cual es extraño porque cuando alguien
trata de descubrir su pasado, ella
inventa historias... Un día decía que era hija de gente famosa y rica, otro día
resultaba ser hija de una prostituta y algunas otras veces casi decía que era
la hija de Zeus.
Así que Margaret, para conocer algo sobre la escritora, decide
buscar un libro, y encuentra Trece Cuentos de Cambios y Desesperación;
le resultó tan interesante que lo leyó en una noche, pero cuando terminó el
cuento número doce sólo encontró páginas en blanco: el cuento número trece no
existía. Margaret le pregunta a su padre e investiga sobre ello, pero no
encuentra nada ¿Y si quizás sólo es un error del libro?
Intrigada por el misterio acude con Vida Winter que le comienza a
contar su historia, pero con sus reglas y cuando ella decide, una historia
llena de intriga, fantasmas, asesinatos, desapariciones, amoríos y
personalidades confusas. Y lo que más alimenta este misterio es una pareja de
gemelas formada por la escritora y su hermana que nadie conoce. Esto despierta
el interés de la biógrafa, pues ella tuvo una hermana gemela que no conoció que
murió después de nacer y sus padres nunca hablaban sobre ella.
Cuando la vieja escritora acostumbrada a mentir y la joven librera
empeñada en saber la verdad se encuentran, regresan los fantasmas del pasado,
los secretos de una familia marcada por el exceso, las cenizas de un incendio
memorable y el perfil de un ser extraño que aparece y desaparece tras las
cortinas de una mansión. Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la
vida de la señorita Winter. "Cuéntame la verdad", le pide a Margaret,
pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muere sabremos qué
secretos encerraba El cuento número trece, una historia que nadie se había
atrevido a escribir.
El Cuento Número Trece es un
espléndido homenaje a la mejor literatura del siglo XIX, desede La Mujer de Blanco, de Wilkie Collins,
a Rebeca, de Daphne du Maurier, y muy especialmente Jane Eyre, de Charlotte Bronte: todos los elementos de la novela
gótica y de misterio están ahí, y Diane Setterfield ha sabido
combinarlos con maestría. Es un libro dotado
de un ritmo rápido que facilita su lectura, te atrapa con su historia y el
misterio que encierra el cuento número trece. Su prosa es delicada, los
personajes muy humanos, con una historia familiar que nos atrapa desde el
primer momento.
Los personajes principales, Margaret y Vida, están bien trazados, con
unas personalidades muy marcadas. Margaret tiene una personalidad sombría y
algo apática. Al criarse sola en una casa llena de libros y por el escaso
afecto de su madre, es introvertida. Posee carácter; es sincera y amante
absoluta de las buenas historias. Vida Winter es una escritora egocéntrica, de
fuerte carácter y con mucho amor por los libros. Siempre ha rehuido la verdad,
especialmente la que tiene relación con ella. Vida Winter ni siquiera es su
verdadero nombre, y la mayor parte de su vida se ha refugiado en las historias
que escribe para huir del pasado. Por su enfermedad, contrata a Margaret, ya
que necesita contarle la verdad a alguien, y así redimir su pasado.
La novela se estructura en dos momentos temporales que se alternan.
En el primero tenemos a Magaret, con sus problemas y un pasado que la atormenta
desde niña (la hermana gemela muerta de la que nadie le ha habladio), y en el
segundo a Vida Winter, narrando su vida cada vez que cita a Margaret en la
biblioteca para continuar donde habían quedado. Tanto los secretos de Margaret
como de la señorita Winter se desvelan, y observamos la similitud que hay entre
ambas, que, conforme sacan a la luz su pasado, aprenden a respetarse y
apreciarse.
Toda la sabiduría está en la lectura, con todas sus verdades y
mentiras. Sólo se requiere mucha práctica para saber diferenciarlas.
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