miércoles, 27 de enero de 2021

MI EJEMPLAR DEL PRINCIPITO

 

 

Robert abrió un cajón de un armario, desplazó algunas prendas y sacó el ejemplar.

-Aquí está... Ven, te lo enseñaré.

Los dos amigos se situaron sobre el borde de la cama, uno al lado del otro.

-¿Un libro? -dijo Isabelle, con cierta decepción.

-Si, es un libro prohibido. Nadie más que yo lo tiene en toda Francia.

-¿Un libro prohibido por los alemanes? ¿Por qué está prohibido?

-Lo escribió un piloto francés y cuenta la historia de un niño que vive solo en un asteroide... Un niño que se llama Principito. Mira, es este -dijo enseñándole la portada, donde se veía a un niño rubio sobre un pequeño asteroide.

-¿Principito? Me gusta... ¿Y qué hace?

-Ve cosas que nadie más ve, como lo que le pasa a la gente o... Fíjate en este dibujo: parece un sombrero, ¿verdad?, pero en realidad es una serpiente que se acaba de comer a un elefante...

Isabelle abrió los ojos al ver los dos dibujos.

-Vaaayaaa -musitó alargando mucho las sílabas, estaba impresionada-. Creía que los dibujos de Alicia en el País de las Maravillas eran los mejores, pero estos ganan.

-Hay más, mira, mira...

Robert iba pasando las hojas y mostrando los grabados que dejaron maravillada a Isabelle.

-Todos son de Saint-Exupéry -explicó Robert.

-¿Dónde está?

-Nadie sabe nada de él... Es un misterio... Solo se sabe que este libro está prohibido en Francia y en los países invadidos por Alemania... Dicen que el mismísimo Hitler ha mandado que lo quemen.

-¿Cómo habéis conseguido este?

-Es un secreto -alegó Robert-. He prometido que no se lo diría a nadie. Lo siento.

Santiago García Clairac, El Principito se Fue a la Guerra

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