martes, 6 de marzo de 2018

EL PRINCIPITO SE FUE A LA GUERRA


Esta novela de Santiago García-Clairac se enmarca con tres hechos históricos muy concretos: el 10 de mayo de 1933, la quema de libros en el Reichstag, a la que asiste el Jean y Chantal Dupont, en el prólogo, cuando están de luna de miel; el 6 de junio de 1944, fecha en que se produce el Desembarco de Normandía, es cuando propiamente comienza la novela; el 31 de julio de 1944, con nuestro joven protagonista esperamos en vano que aterrice en la base militar de Córcega el avión de Antoine de Saint-Exupéry.

El 6 de junio de 1944, en un París invadido por los nazis, Robert Dupont cumple 10 años y recibe un magnífico regalo que le cambiará la vida: un ejemplar clandestino de El Principito, llegado de Estados Unidos, donde se publicó por primera vez en 1943, libro prohibido por el mismísimo Hitler. A partir de ese momento, Robert vivirá una serie de acontecimientos extraordinarios que tendrán que ver con el libro escrito por Antoine de Saint-Exupéry, al que admira profundamente.

                Nada más terminar su fiesta de cumpleaños, Gerard, su mejor amigo, es asesinado por una patrulla de vigilancia alemana. A los pocos días, René Batelier, su maestro (lo visualizo como el Charles Laugthon de Esta Tierra es Mía), será arrestado acusado de pertenecer a la resistencia francesa. Más tarde, lo serán los padres de Gerard, y la pequeña Isabelle se tendrá que refugiar con los Dupont. Mientras tanto Klaus, antiguo amigo de los Dupont y actual comandante alemán, quiere obligar a Jean para imprimir en su imprenta el libro de Hitler, Mi Lucha.

                Ante esta situación, los Dupont y su protegida dejarán París rumbo a Córcega.

                Santiago García-Clairac con esta novela, además de ese homenaje a Saint-Exupéry (y otro más pequeño Hergé), nos acerca a los horrores de la guerra (igual que ya hiciera en Bajo el Fuego de las Balas, Pensaré en Ti) que sufren los civiles, las personas normales a través de los ojos de un niño y de sus padres. Robert no tardará en ver semejanzas entre ese libro, que ha pasado a ser su favorito, y la realidad: ve a los alemanes con una encarnación del rey tiránico; o ese dibujo de la boa comiéndose el elefante, indicando la diferente visión que tiene un niño de un adulto, y que por ese motivo los mayores hacen guerras. El libro que habla de la amistad, de la paz, de la libertad… contrasta con la realidad a la que están sometidos.

               La sencilla forma de escribir nos atrapa enseguida, nos engancha, queremos saber cómo esta familia va a superar los peligros y penalidades que les acechan. Hay escenas memorables: el enfrentamiento entre Richard y Klaus, en el despacho de éste, discutiendo por qué los alemanes han prohibido El Principito; o esa otra donde Saint-Exupéry desvela a Robert los secretos que guarda su  novela; y hay una tercera…

                Mejor leed la novela y encontradla vosotros.

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