Sam y Julia son los mejores amigos del mundo. Julia es
supercuriosa y testaruda, mientras que Sam es supertímido y obediente, pero los
dos forman una pareja de ratoncitos muy especial. Y con estos dos simpáricos
ratoncitos nos adentramos en el mundo en miniatura de la Casa de los Ratones,
una casa que no se parece a ninguna otra. Viven en una casa con más de cien
habitaciones donde cada día hay cosas nuevas por descubrir.
Acompáñalos a un escondite secreto, a dar la bienvenida a un ratón
encantador al que llaman «el trapero» y a hacer deliciosas tortitas. Visitarán
la mejor pastelería del mundo y una tienda donde venden de todo, y encontrarán
una cajita de madera llena de tesoros. Y —¡oh, no!— tendrán que enfrentarse a
una terrible y espeluznante rata. Los días pasan volando en esta casa tan
singular.
Las historias que nos cuenta su autora son
cotidianas: hablan de
las cosas que les ocurren, de cómo juegan, de dónde se esconden. En general
duran una página nada más, así que se leen muy fácil lo que les hace atractivas
para los niños. Cada historia puede seguirse con las sorprendentes fotografías
a todo color y de gran tamaño que recrean los diferentes escenarios.
La artista Karina Schaapman dedicó años a
construir y decorar la Casa de los Ratones, escenario de este álbum infantil
tan especial. La preciosa casita está fabricada con cajas y cartón piedra, con
telas antiguas y toda clase de materiales reciclados (cerillas, botones,
tapones de botella...). Tiene más de cien habitaciones, pasillos y espacios
exteriores para explorar, cuidando hasta el menor detalle. Los ratoncitos que
la habitan también han sido diseñados y creados por Karina. Los cuentos de Sam
y Julia fueron surgiendo como por arte de magia mientras construía la casa, que
mide casi dos metros de ancho y tres metros de alto, y actualmente se exhibe
como una obra de arte en la Biblioteca Central de Amsterdam
No hay comentarios:
Publicar un comentario