En el siglo I
de nuestra era, Pomponio Flato, noble romano con aires de filósofo, viaja por
los confines del Imperio romano en busca de unas aguas sagradas de efectos
portentosos, para aliviar sus trastornos intestinales. El azar y la precariedad
de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del
pueblo, José, convicto del brutal asesinato del rico ciudadano Epulón. Allí, Pomponio
será contratado para solucionar el crimen, por el más extraordinario de los
clientes: el hijo del carpintero, Jesús, un niño candoroso y singular,
convencido de la inocencia de su padre, hombre en apariencia pacífico y
taciturno. En sus investigaciones conocerá a María, la madre de Jesús, y a
otros personajes que años después aparecerán en otro libro, el Nuevo
Testamento, como son Barrabás, Mateo, Juan, María Magdalena...
La obra, que
tiene menos de 200 páginas, en realidad es una carta dirigida a un tal Fabio
contándole unos hechos ocurridos años antes, pero en ella asistimos a un cruce
de novela histórica, policíaca, vida de santos y la parodia de todas ellas,
ajustando cuentas con muchas novelas de consumo (lease Dan Brown con su Código
da Vinci y seguidores), y se construye una nueva modalidad del género más
característico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e irónica, que
desemboca en una sátira literaria y en una desternillante creación novelesca.
El autor
retoma la senda humorística y gamberra de Sin Noticias de Gurb combinándola
con las aventuras detectivescas de El Misterio de la Cripta Embrujada,
pero ni es tan divertida como la primera, ni tan intrigante como la segunda. Hay
que destacar el poderoso componente satírico que desprende la obra desde el
comienzo hasta el final de la misma. Desde algunas situaciones esperpénticas
hasta el vocabulario pedante y extremadamente culto del protagonista, dotan a
la novela de un halo de humor constante. La narración es ágil y con abundantes
diálogos.
PREMIO CERVANTES 2016
Muy interesante, hace poco vi la biografía de Nerón hijo Agripina e adoptivo de Calígula. Conocido como el gran piromano de Roma, es increíble como eran esos romanos mataban a diestra y siniestra! Felicitaciones tienes muy buenos blogs te invito a los míos tengo varios muchas gracias por compartir! Que tengas feliz año!
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