No tenemos alas, no podemos elevarnos,
mas tenemos pies para trepar y escalar
paso a paso, más y más,
las nubosas cumbres de nuestros tiempos
En una época
en que los retos a que nos enfrentamos, desde el cambio climático, la
desigualdad y la pobreza hasta el extremismo violento, parecen tan ingentes,
las palabras del poeta Henry Wadsworth Longfellow nos
aportan esperanza.
Compuesta de
palabras, coloreada con imágenes, tañida con la métrica perfecta, la poesía
tiene un poder singular. El poder de arrancarnos de la vida cotidiana y
recordarnos la belleza que nos rodea y la resiliencia del espíritu humano que
compartimos.
La poesía es
una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad. En la Lista
Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO
se incluyen decenas de formas de expresión oral y poesía, desde el duelo
poético Tsiattista de Chipre o la poesía cantada Ca trù de Viet Nam hasta
Al-Taghrooda, la poesía cantada tradicional de los beduinos de los Emiratos
Árabes Unidos y Omán. La poesía es tan antigua como el lenguaje, y en los
períodos turbulentos es más necesaria que nunca, como fuente de esperanza, como
manera de compartir lo que significa vivir en este mundo.
El poeta Pablo
Neruda escribió que “la poesía es siempre un acto de paz”. La poesía es
única por su capacidad de hablar a través del tiempo, el espacio y la cultura,
de llegar directamente a los corazones de las personas de todo el mundo. Es un
manantial de diálogo y entendimiento y ha sido siempre una fuerza para desafiar
a la injusticia y promover la libertad. Como dijo Deeyah Khan, Embajadora de
Buena Voluntad de la UNESCO para la libertad y la creatividad, todas las formas
de arte, incluida la poesía, tienen la capacidad extraordinaria de expresar
resistencia y rebelión, protesta y esperanza.
La poesía es
una parte esencial de quiénes somos en cuanto que mujeres y hombres que vivimos
juntos en el presente, nos valemos del patrimonio de las generaciones pasadas y
somos custodios del mundo para nuestros hijos y nietos.
Irina Bokova, Directora General
de la Unesco
Os dejo
con el siguiente poema de Benedetti
LA PALABRA
La palabra pregunta y
se contesta
tiene alas o se mete
en los túneles
se desprende de la
boca que habla
y se desliza en la
oreja hasta el tímpano
la palabra es tan
libre que da pánico
divulga los secretos
sin aviso
e inventa la oración
de los ateos
es el poder y no es
el poder del alma
y el hueso de los
himnos que hacen patria
la palabra es un
callejón de suertes
y el registro de
ausencias no queridas
puede sobrevivir al
horizonte
y al que la armó
cuando era pensamiento
puede ser como un
perro o como un niño
y embadurnar de rojo
la memoria
puede salir de caza
en silencio
y regresar con el
moral vacío
la palabra es correo
del amor
pero también es
arrabal del odio
golpea en las
ventanas si diluvia
y el corazón le abre los
postigos
y ya que la palabra
besa y muerde
mejor la devolvemos
al futuro
Mario Benedetti
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