Un ascensor
que se detiene cuando no debe, una joven que apunta en su cuaderno todas las
anomalías y microfenómenos que ocurren con él, un buzón que acumula los deseos
de los vecinos, dos adolescentes que se conocen por casualidad y un misterio
que los unirá hasta el final de la trama.
Álex y Olga
sospechan que un intruso de su edificio mueve los hilos (literalmente) de las
vidas de los vecinos. Todos han sufrido pequeños "incidentes" con el
ascensor, incidentes que han cambiado drásticamente sus destinos. Cuando los
dos jóvenes se atreven a investigar el asunto, todas las pistas los llevan al
mismo lugar: el entresuelo del edificio, un lugar inexistente en el panel de
botones del ascensor. Pero lo que los espera allí podría no ser humano, ni
tampoco un monstruo, sino un ser mucho más poderoso. Los deseos de los vecinos
se cumplen del modo más siniestro... pero el pozo no concede ningún favor sin
recibir un sacrificio a cambio.
Josep
Sampere en esta novela nos va sumergiendo en un ambiente claustrofóbico,
sobrenatural, que nos recuerda la obra de Edgar Allan Poe y de H. P.
Lovecraft. Sitúa la trama en una ciudad monótona, cuya única
discordante es el rascacielos de treinta pisos donde viven nuestros protagonistas,
donde los ascensores, unos aparatos de uso cotidiano, van adquiriendo tintes
siniestros por los pequeños incidentes en los que se ven implicados (por si
fuera poco, en el fondo del ascensor hay monedas, joyas, como si fuera un pozo
de los deseos, pero un pozo tenebroso con deseos que se hacen esperar
largamente, deseos por los que hay que pagar un precio). Es más, esos tintes
siniestros, sobrenaturales, se van extendiendo a otros lugares del edificio: Alex
cree en un momento que las puertas de los rellanos le están espiando y que las
mirillas son, en realidad, corneas.
Los protagonistas
son: Olga, una joven de dieciséis años que vive con sus abuelos desde que sus
padres fallecieron en un accidente de avión, no deja de hacerse preguntas sobre
los microfenómenos que tienen lugar en el ascensor y apunta todos los sucesos
relevantes en una libreta o los graba en su móvil. Álex, cuyos padres no pasan por un buen
momento, intentará ayudar a Olga con objeto de desentrañar ese misterio. El ascensor
con sus microfenómenos será el tercer protagonista en discordia.
La narración
es fluida, con un ritmo in crescendo, que nos atrapa enseguida y nos lleva a
ese final que no esperamos; por medio sueños, ilusiones, temores, miedos,
deseos. La atmosfera que recrea el autor e impregna toda la novela nos recuera
el universo de Edgar Allan Poe y de H. P. Lovecraft
PREMIO BARCANOVA 2008
PREMIO FUNDACIÓN CUATROGATOS 2016
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