Imaginad
la Basora de las mil y una moches, imaginad la Basora de Harun al Rashid.
En
ella ha atracado un extraño barco, un barco propulsado por ruedas y una larga
chimenea, un barco que nos recuerda los barcos fluviales del Mississippi del
siglo XIX, un barco que despertará la curiosidad de Sindbad el marino, capitán
del mercante El Viajero.
Pero
esa no va a ser la única sorpresa de ese día. En la bodega encuentra un polizón
escondido, el joven Radi, perseguido por unos extranjeros que han asesinado a
su hermano y buscan un misterioso libro con extraños símbolos que obra en su
poder. Sindbad decide ayudarle y satisfacer de esta manera su instinto
aventurero que tanta fortuna le ha reportado.
La
primera etapa del viaje nos lleva a Bagdad, donde Sindbad conoce a la bella
andalusí Aisha. Cae tan rendido a sus pies que, cuando ésta es raptada por el
visir y los carolingios, no duda en iniciar un largo viaje que le llevara a la
isla de Zanzíbar, el río Pangani (el reino de la mosca tsé-tsé que acaba por
igual con los hombres y el ganado) y, finalmente, a la ciudad perdida de
Salomón, donde se guarda el mayor tesoro de todos los tiempos y donde tendrá
lugar un enfrentamiento épico que dirimirá el mismísimo destino de la
humanidad.
Juan
Miguel Aguilera nos ofrece un relato de aventuras en ese oriente mítico, que
muchos de niños hemos leído; así encontraremos los djins (los genios), las
alfombras voladoras… Pero no todo es fantasía: el sabio Al-Yahiz, que acompaña
desde el principio a Sindbad, existió en la realidad y era un pionero en el
estudio de la evolución de las especies; esa embajada de Carlomagno para
aliarse con el califa Harún al-Rashid tuvo lugar; la descripción de los diferentes
tipos de djinn se basa en citas contenidas en el Corán…
La
narración es fluida, a lo que ayuda que muchos de los capítulos sean cortos.
Los personajes, aunque a veces corresponden a arquetipos, vemos como cobran
vida ente nosotros y se mueven motivados por el amor, el honor, la venganza, el
dinero, el deseo de poder. Uno de los aciertos de la novela es el personaje de
Sindbad, un personaje humano con sus dudas, sus fracasos…
Al final de
cada capítulo encontramos unos códigos QR que nos proporcionan acceso a
interesantes artículos relacionados, y tenemos que señalar las ilustraciones
hechas por el propio autor.
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