Es un material didáctico surgido en 2005, en el IV Centenario de
la publicación de la primera parte del Quijote y que en el año 2014 se reeditó
con un nuevo formato por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha. La propuesta pertenece a Luz del Olmo y Amparo Cuenca.
Es un original sistema de fomento de la lectura basado en los
refranes, que pretende difundir el saber popular mediante el uso y el estudio
de los refranes propios de Castilla la Mancha, concretamente de algunos de los
que aparecen en el Quijote.
El juego consiste en repartir las aspas de cada molino para
encontrar por equipos las dos mitades que forman cada refrán. Los participantes
componen los refranes sobre los molinos mediante un sistema de imanes y después
tienen que explicar su significado. El material se acompaña de una plantilla
fotocopiable y troquelada para poder hacer otros molinos. Después en las aspas
se pueden escribir otros refranes que surjan en la sesión,
El proyecto está pensado para grandes y pequeños: unos los
recordarán, otros los aprenderán. Resultará útil y entretenido si se presenta
de manera colectiva en bibliotecas, colegios, centros de mayores…con lo que, al
valor didáctico y de ocio, se puede añadir también el carácter de coleccionable
si se trata de un ambiente familiar y doméstico. Pueden ser una útil
herramienta de trabajo en bibliotecas y colegios, o una original forma de
conocer los refranes y acercarse al Quijote de la Mancha.
Estamos ante un juego educativo e instructivo que puede ser útil
para explicar a los jóvenes los refranes y relacionarlos con las situaciones
donde se podrían aplicar, buscar similitudes en otros idiomas, recoger nuevos
refranes propios de determinadas zonas e, incluso, provocar encuentros intergeneracionales
al tiempo que se difunde la cultura manchega a través de los molinos y de
frases populares de la obra del Quijote.
Basicamente, con los molinos se va a jugar al juego de cada oveja
con su pareja, en el que tienen que encontrar la otra mitad,. Todos los
refranes seleccionados aparecen en el Quijote, se enmarcan dentro de los
llamados “bimembres” (refranes con dos partes bien diferenciadas). Es
importante que reconozcan e identifiquen las primeras y segundas partes de un refrán.
Los rasgos gráficos, el uso de las mayúsculas, los signos de puntuación, así como
las concordancias morfosintácticas pueden ayudar a agrupar los refranes.
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