24 de Octubre de 2015
Con motivo del Día de la Biblioteca, quiero compartir con vosotros
un secreto: el Conejo Blanco casi siempre tiene prisa.
Quizá algunos penséis que esto no tiene mucho que ver con las
bibliotecas y que, además, como secreto, deja bastante que desear.
Alicia en el País de las Maravillas se publicó hace 150 años, y
desde entonces los lectores de todo el mundo han sabido que el conejo llega
tarde, demasiado tarde, y por tanto tiene prisa.
Reconoceréis, eso sí, que no es un conejo cualquiera. Que sepamos,
este es el único conejo que usa chaleco y reloj de bolsillo, lo cual plantea
una incógnita: si tiene reloj, ¿por qué siempre llega tarde? ¿Quién es culpable
de la tardanza? ¿El conejo o su reloj? Los expertos no se han puesto de acuerdo
sobre este punto, que ha provocado graves discusiones entre veterinarios y
relojeros. Y si se alude al chaleco, es aún peor. Solo hay una cosa más
peligrosa que una discusión entre un veterinario y un relojero, y es una
discusión entre un veterinario, un relojero y un sastre. Es mencionar el asunto
y se desenvainan todo tipo de agujas (hipodérmicas, de coser y de reloj).
Así que mejor volvamos al secreto. El Conejo Blanco casi siempre
tiene prisa. Corre porque tiene miedo de que la Duquesa y, sobre todo, la Reina
de Corazones ordenen que le corten la cabeza. Pero vosotros, que aún conserváis
la vuestra, concentraos en ese casi. Es la clave, el secreto mejor guardado del
País de las Maravillas.
Casi siempre. ¿Cuándo no tiene prisa el Conejo Blanco? Solo cuando
visita un pequeño edificio escondido tras los árboles del bosque: la
biblioteca.
El conejo se toma su tiempo para curiosear entre las abarrotadas
estanterías.Tiene un libro en mente pero, cuando se acerca a cogerlo, no puede
evitar fijarse en el tomo que lo precede, y en el de más allá (y, como ya
sabéis, en una biblioteca, el libro de más allá es al mismo tiempo el libro de
más acá de otro libro que está a su lado…). Demasiadas opciones. Lleva tiempo
elegir un libro. El conejo sabe que se encuentra en el hogar de la lectura, y
la lectura es un placer que se disfruta sin prisa.
Aunque nadie haya mencionado antes esta biblioteca secreta, no lo
dudéis, hay una en ese extraño mundo que visitó Alicia. No puede ser de otra
forma. Pues a pesar de contar con el Sombrerero Loco, el Gato de Cheshire y la
Oruga Azul, a pesar de todos los animales fantásticos y las extraordinarias
cosas que allí suceden, todo eso no es suficiente para ganarse el nombre que
ese mundo tiene. Un lugar nunca podría llamarse País de las Maravillas si entre
sus maravillas no se contara una biblioteca.
Diego Arboleda
No hay comentarios:
Publicar un comentario