Canta, oh diosa, no sólo la cólera de Aquiles sino cómo al
principio creó Dios los cielos y la tierra y cómo luego, durante más de mil
noches, alguien contó la historia abreviada del hombre, y así supimos que a mitad
del andar de la vida, uno despertó una mañana convertido en un enorme insecto,
otro probó una magdalena y recuperó de golpe el paraíso de la infancia, otro
dudó ante la calavera, otro se proclamó melibeo, otro lloró las prendas mal
halladas, otro quedó ciego tras las nupcias, otro soñó despierto y otro nació y
murió en un lugar de cuyo nombre no me acuerdo. Y canta, diosa, con tu canto
general, a la ballena blanca, a la noche oscura, al olmo seco, a la dulce Rita
de los Andes, a las ilusiones perdidas y al verde viento y a las sirenas y a mí
mismo.
Quince líneas.
Relatos hiperbreves, Tusquets, 1996
El texto se atribuye a Faroni,
nombre ficticio tras el que se oculta uno de los personajes de Juegos
de la Edad Tardía, de Luis Landero
No hay comentarios:
Publicar un comentario