Enviado por Jesús, B2C.
Con esta novela se abre la primera serie de los Episodios
Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Narra la historia de Gabriel Araceli, que a los 14 años se ve
envuelto en la batalla de Trafalgar como criado de un viejo oficial de la
Armada en la reserva.
Gabriel, tras perder a su madre, recala en Vejer de la Frontera,
donde el fantasioso capitán de navío Don Alonso lo acoge en su familia con su
esposa, Doña Francisca, y su hija Rosita, primer amor juvenil de Gabriel. Ante los
inminentes preparativos de la Batalla de Trafalgar, Don Alonso y Marcial, un
viejo contramaestre, desean enrolarse en la batalla y recordar sus viejos
tiempos en el mar, pese a la firme oposición de la esposa de don Alonso. El
novio de Rosita, Rafael Malespina, llega y anuncia que ha sido llamado a filas
como artillero de Marina, ante el alborozo de los hombres y la desazón de Doña
Francisca.
Se nos describen los preparativos de la Batalla de Trafalgar, los
temores de los marineros sobre la táctica del almirante Villeneuve, y se nos
cuenta cómo Gabriel y Don Alonso acaban en el Santísima Trinidad, el buque
insignia de la Armada Española.
A pesar de los denodados esfuerzos de la inexperta marinería
española, en la que se incluye Gabriel, la batalla se pierde. Entre las
peripecias posteriores se encuentra el hallazgo de un malherido Malespina, del
tío de Gabriel que maltrataba a su madre y de un moribundo Marcial.
El hecho de que el protagonista sea testigo de la acción atrae el
interés del lector, pues crea la ilusión de verosimilitud, importante en la
estética del Realismo: Gabriel, ya un anciano de 70 años, narra una parte de su
vida desde la infancia. Nos llama la atención que haya tantos personajes y se cuente tanto
de ellos. Gracias a esta variedad se mantiene constante la atención del lector.
Era típico de los autores realistas esta abundancia de personajes, con los que
creaban multitud de perspectivas. El abundante uso de diálogos en algunos pasajes de la novela sirve
para narrar sucesos del pasado y exhibe el punto de vista de cada personaje. De
esta manera se varía la estilística de la novela. Además, gracias al diálogo
cada personaje habla como sabe y esto produce un efecto de realidad.
Galdós refleja en Trafalgar, el carácter de los españoles, y después
de leer este libro me queda la sensación de que los españoles no hemos
aprendido nada en todos estos años; dicen que el pueblo que no conoce su
historia, está condenado a repetirla y es cierto.
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