Enviado por Pedro.
Andrew Motion se atreve con la secuela del clásico de Stevenson,
Julio de 1802. En las marismas de la orilla oriental del Támesis se levanta La Hispaniola, la posada de Jim Hawkins y su hijo. El joven Jim se pasa los días vagando por el estuario envuelto en la bruma, haciendo recados para su padre y escuchando sus relatos en la bodega: historias de aventuras en alta mar, de maldiciones, asesinatos y venganzas, un tesoro enterrado y de un hombre con una pata de palo.
Una noche, una joven misteriosa llamada Natty llega con una petición para Jim de su padre, John Silver el Largo. Envejecido y débil, pero conservando todavía una extraña fuerza, el pirata propone que Jim y Natty zarpen hacia la isla del tesoro en busca de la fortuna oculta del capitán Flint. A tal propósito, Silver ya ha fletado un barco y ha contratado a una curtida tripulación, cuyo capitán sólo espera el mapa, que permanece guardado bajo llave en La Hispaniola. A toda prisa, huyendo de Londres,
Jim y Natty parten tras los pasos de sus padres, y su vacilante amistad va estrechándose día tras día. Pero la emoción de la odisea en el océano deja paso al terror cuando el Nightingale llega a su destino porque parece que la isla del tesoro no está tan deshabitada como en el pasado.
Mundos alejados en lo geográfico y cultural, tesoros escondidos, piratas como los de antes y una amistad inquebrantable que puede derivar en amor... pero sobre todo aventura es lo que espera al lector que se abandone en sus líneas.
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