Todo buen
científico sabe que el Galio es el elemento de la Tabla Periódica al que uno
debe acudir si tiene invitados en casa. Aunque a temperatura ambiente es
sólido, este metal tiene una propiedad única y muy poco conocida, se funde a 30
ºC. Así que no hay más que fabricar unas cucharitas con este elemento, servir
el café… y observar las caras que ponen los invitados al ver cómo ésta
desaparece.
Sam
Kean, autor de este libro fascinante, describe la Tabla como un gran
mapa lleno de actores en conflicto que nos permite viajar a través del tiempo y
del espacio. Del Big Bang a la Alemania nazi, pasando por la Grecia Clásica y
la India de Gandhi, los elementos sirven de guía para entender algunos de los
episodios clave de la historia de la humanidad.
La Cuchara
Menguante es un libro entretenido y divulgativo, un acervo de relatos
apasionantes, aventuras y obsesiones que descubre aspectos sorprendentes de la
química, de la historia y de los científicos (locos) que descubrieron los
elementos de la Tabla, uno de los mayores logros de todos los tiempos.
Sabemos que la
tabla periódica es uno de los logros científicos más importantes de la historia
de la humanidad. Pero es, también, un acervo de historias apasionantes,
aventuras y obsesiones. Los asombrosos relatos e increíbles sucesos que narra
este libro, a través de 19 capítulos, tienen como protagonistas al carbono, el
neón, el silicio o el oro, elementos que juegan un papel fundamental en la
historia, las finanzas, la mitología, la guerra, la cultura y la vida de los
(locos) científicos que los descubrieron.
Este libro es
una pequeña enciclopedia de curiosidades e información sobre la tabla periódica
de los elementos. Así sabremos que Marie Curie despertaba el recelo de las
mujeres de sus colegas, cuando les invitaba al cuarto oscuro a presenciar los experimentos.
O que Lewis y Clark fueron dejando cápsulas de mercurio a lo largo de su expedición,
aún hoy detectables por el veneno que queda en el terreno. Sabremos por qué
Ghandi detestaba el yodo, o por qué los japoneses introducían cadmio en los
misiles que iban a matar a Godzilla.
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