Te conjure, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, capitán soberbio de los condenados ángeles, señor de sulfúreos fuegos, que hirvientes montes como el Etna manan, gobernador de los tormentos y de los atormentadores de las pecadoras ánimas, regidor de las tres furias, administrador de todas las cosas negras del reino de Estigia, con todas sus lagunas y sombras infernales, mantenedor de las arpías junto con las hidras; yo, tu fiel siervo, te conjure para que aquellos, que suelen huir de las palabras en blanco papel, compareciesen en el día acordado en este corral de comedias, y presenciasen la historia, digna de merito, de tu más conocida clienta, en el devenir de los ilícitos amores de Melibea y Calisto.
Ágil y amena representación de esta clásica historia; se hace corta la hora y media que dura. Impresionante la actriz que hace de Celestina: se come al resto del reparto.
Advertencia la adaptación sólo llega hasta la muerte de Celestina; el resto de la historia se solventa con un epilogo.
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