Entonces
tenían poco más de veinte años: un grupo de amigos que se citaban en el bar
Kronen y consumían la juventud a base de sexo, alcohol y drogas. En algunas
ocasiones coqueteaban con la muerte e incluso hubo quien salió mal parado de
aquel coqueteo. Ha pasado mucho tiempo. Han pasado exactamente veinticinco
años.
Ahora trabajan
y no se ganan mal la vida; algunos se han casado y tienen hijos. Casi ninguno
de ellos consume drogas y las borracheras se han convertido en enología. Cuando
Carlos recibe una noticia que sacude completamente su vida, siente la necesidad
de volver a reunirse con su amigo Pedro, a quien no ve desde hace muchos años.
Tal vez no sea más que un reencuentro para rememorar algunos momentos del
pasado, o tal vez se convierta en el principio de La última juerga.
José Ángel
Mañas cumple con esta novela el deseo de muchos de sus lectores: una secuela de
Historias del Kronen, su primera novela, que marcó un antes y un después. Pero
no va a ser una mera secuela, sino que es un cierre completo a esa historia.
Para ello,
retoma el personaje de Carlos Aguilar, que apenas ha cambiado: manipulador con
todo el mundo buscando su propio provecho, egoísta, machista, abusando de
drogas y alcohol, satisfecho por el éxito que le ha brindado la vida en su
trabajo. Pero de repente todo salta a su alrededor: le diagnostican un cáncer
terminal y su actual pareja, Ángela, una modelo internacional, le acaba de
echar de casa. Sin saber qué hacer, decide llamar a Pedro, un viejo amigo de
los tiempos del Kronen, al que hace años que no ve, para tomar una copa por los
viejos tiempos. Pedro es responsable, de ideas un tanto conservadoras, padre de
familia, y se acuerda de los líos en que le metió Carlos de joven. En esa copa,
que no será la última, Carlos le comenta su enfermedad, y se la vuelve a liar:
de madrugada se lían con una prostituta rumana, comenzando los problemas y
alguna que otra situación disparatada, al llevarse a esta y a su hijo a
Extremadura y Andalucía, perseguidos por su macarra.
La
historia está contada por Carlos en capítulos cortos, con su punto de vista
sardónico, políticamente incorrecto, que solo ve aquello que le interesa o lo
que puede dificultar sus intereses. Todo con ritmo ágil, con unas escenas muy
bien trazadas, y referencias para hacernos reflexionar sobre la situación
política actual. Y aunque el protagonista nos cae muchas veces gordo, como en
la primera novela, estamos deseando saber cuál va su próxima salida u
ocurrencia.
PREMIO ATENEO DE SEVILLA 2019
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