domingo, 21 de marzo de 2021

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

 


Retomando el hilo de las palabras del novelista Franz Kafka, cuando escribió que “Un libro debe ser el hacha que hienda el mar congelado en nuestro interior”, John Felstiner, profesor de Stanford, se pregunta en el título de su libro: ¿Puede la poesía salvar la Tierra?

“¿Por qué apelar a los placeres de la poesía cuando llega el momento de responder con un órdago? La respuesta empieza por el individuo: es el individuo el que habla por los poemas y al que los poemas hablan. De nuestro interior, uno a uno, puede surgir la voluntad de actuar. Puesto que somos el receptor de la belleza y la fuerza de los poemas, tenemos la oportunidad de reconocer y aligerar la impronta que dejamos en un mundo donde solo la naturaleza tiene una importancia vital.”

La orquestación de las palabras, el colorido de las imágenes y la contundencia de una buena métrica otorgan a la poesía un poder sin parangón: el poder de extraernos de lo cotidiano para recordarnos la belleza que nos rodea y la resistencia del espíritu humano.

Este año, en el que ponemos punto final al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica e inauguramos el Año Internacional de la Sanidad Vegetal de las Naciones Unidas, la UNESCO rinde tributo a poetas del pasado y del presente que lucharon y luchan por la diversidad biológica y la conservación de la naturaleza.

Aunque la protección de la diversidad biológica es un tema que apenas ahora empieza a calar en la sociedad, los poetas llevan miles de años animando al lector a apreciar la belleza del mundo natural. El amor, la muerte y la naturaleza son quizá los temas más frecuentados por la poesía. De Garcilaso de la Vega a Victor Hugo, de Alexander Pushkin a Sarojini Naidu, desde siempre el poeta ha reconocido y honrado una profunda vinculación entre las emociones humanas y la riqueza del entorno.

Últimamente los poetas han comenzado a utilizar su memoria cultural y sus preocupaciones ecológicas para dar testimonio del cambio climático. Con su obra estos “ecopoetas” sitúan el patrimonio natural y cultural en el centro del debate político y hacen de él una cuestión de supervivencia. El poeta mapuche contemporáneo Elicura Chihuailaf expresa con poderosa elocuencia este vínculo entre saber indígena y protección de los ecosistemas:

Aprendo entonces los nombres de las flores y de las plantas.

Los insectos cumplen su función.

Nada está de más en este mundo.

El universo es una dualidad,

lo bueno no existe sin lo malo.

La Tierra no pertenece a la gente.

.              La poesía anida en lo más hondo de lo que somos, mujeres y hombres que conviven en el mundo de hoy, abrevándose en el legado de las generaciones pasadas y custodiando este mundo para nuestros hijos y nietos. Al celebrar hoy la poesía, celebramos nuestra capacidad de luchar unidos por la diversidad biológica como “preocupación común de la humanidad” y como parte integral del proceso de desarrollo internacional.

Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, Día Mundial de la Poesía 2020

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