SON INCAPACES DE TRANSMITIR EL PLACER DE LA LECTURA
Emilia
Ferreiro es una reconocida
pedagoga, psicóloga y escritora de origen argentino, radicada en México desde
hace 20 años. Cuando un profesor le pide consejos sobre qué hacer en el primer
día de clases, ella responde: “Lea en voz alta”. Es una acción simple, pero no
es una experiencia que hayan tenido todos los chicos antes de entrar a la
escuela. Lo que vais a leer a continuación es parte de una entrevista que tuvo
lugar hace unos pocos años.
El fracaso
escolar tiene varias caras (…) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con
la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la
primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay
percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa
alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de
comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis
simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en
la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la
escuela ni se ha dado cuenta. Entonces sigue preparando para leer un conjunto
limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón.
Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a
circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del
mundo contemporáneo es indispensable.
Hay cosas que
van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo
siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz
alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de
todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese
mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra
las letras) en una hoja y que suscitan lengua.
Más que
empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero
hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El
maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la
escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores
a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del
misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar,
necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir.
Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.
Ese es uno de
los dramas del asunto (investigaciones
que dicen que los maestros no leen), porque se habla mucho del placer de la
lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese
placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer
para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir
un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó.
En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos
favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y
en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una
con relativo bajo prestigio social.
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