Ya que estamos en Semana Santa, recordemos a uno de los grandes.
Este poema lo escribe Antonio Machado, en 1914, aunque es publicado años mas tarde en Poesías Completas., forma parte del conjunto final de "Campos de Castilla".
En el poema podemos encontrar una crítica a la religiosidad andaluza, especialmente por su devoción a los símbolos inmóviles (el Cristo clavado en el madero). El poeta no se identifica con ese Cristo inmóvil, sino más bien por el Cristo que se mueve, anda por el mundo y obra.
¿Quien me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
(Saeta Popular)
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la Cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
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