Enviado por Pedro:
Además de ser un maestro de la divulgación científica e histórica, Isaac Asimov fue un gran narrador de ciencia ficción, género que concebía como una respuesta literaria a los cambios científicos de nuestra época que debía abarcar la escala completa de la experiencia humana, desde los sentimientos amorosos a los conflictos trágicos.
Integrado en su mayor parte por relatos de intriga, Estoy en puertomarte sin Hilda sirvió a Asimov para renovar este género de forma brillante y sustancial combinándolo con la ficción científica, pero sin abandonar nunca su convención básica: la lealtad del autor hacia los lectores, que pueden encontrar en el texto las posibilidades de anticipar el desenlace gracias a las pistas y datos que se les suministran.
Esta colección de relatos están seleccionados precisamente por su marcado carácter policial, hay criminales, policías, detectives más o menos aficionados y mucho misterio. En su mayoría siguen el mismo esquema general; se plantea el misterio o problema, que se expone claramente en la primera parte, y en la segunda se le da solución, sin más artificios. Algunos relatos son más elaborados, pero siempre ateniéndose al estilo claro, sencillo y desenfadado característico de Asimov.
El personaje de referencia de la mayor parte de ellos es Wendell Urth, un excéntrico extraterrólogo que ni ha salido nunca de la Tierra ni ha ido más allá de donde pueden llevarle sus piernas. Su fobia a volar, y en general a viajar, le impide ir mucho más lejos de su despacho en la universidad. Sin embargo posee unos amplios conocimientos y una mente analítica, que le permite deducir quien, como y por qué han cometido los crímenes que la policía le solicita estudiar.
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