¡Hola, querido
lector!
De nuevo,
¡feliz aniversario y bienvenido al nuevo material adicional del décimo
aniversario!
Lo primero es
lo primero:
LO SIENTO
MUCHO.
Sé que va a
haber muchas lamentaciones y mucho rechinar de dientes porque este nuevo
material no es completamente nuevo, aunque sí en su mayoría; no es Sol
de Medianoche. (Si piensas que no entiendo tu dolor, permíteme decirte
que mi madre ya me lo ha dejado bastante claro.) Explicaré cómo surgió todo
esto y, con suerte, eso hará que, aunque las cosas no mejoren, al menos sean
comprensibles.
Hace muy poco
tiempo, mi agente me contactó y me pidió que hiciera algo para el relanzamiento
de Crepúsculo por su décimo aniversario. El editor esperaba una especie de
prefacio, una especie de carta de «feliz cumpleaños». Me pareció… bueno, para
ser sinceros, muy aburrido. ¿Qué podía decir que resultara divertido y
emocionante? Nada. Así que pensé en qué otras cosas podría hacer y, si eso te
consuela, me vino a la mente Sol de Medianoche. El problema era
el tiempo… o, más bien, la ausencia de él. Definitivamente, no disponía del
suficiente para escribir una novela, ni siquiera media.
Mientras
meditaba sobre Crepúsculo después de tanto tiempo sin pensar en él y discutía
el problema del décimo aniversario con amigos, empecé a pensar en algo que he
mencionado alguna vez en firmas de libros y entrevistas. Ya sabes que siempre
han censurado mucho a Bella por ser en muchas ocasiones demasiado timorata, y la
gente suele quejarse de que es la típica «damisela en apuros». Mi respuesta
siempre ha sido que Bella es una «humana en apuros», un ser humano normal
rodeado por todas partes de personas que son, básicamente, superhéroes y supervillanos.
También se la ha criticado por estar demasiado obsesionada con el objeto de su
amor como si, de alguna manera, eso fuera cosa de chicas. Pero yo siempre he
defendido que no hubiera habido ninguna diferencia si el humano hubiera sido un
chico y el vampiro, una chica: la historia sigue siendo la misma. Dejando a un
lado cuestiones de especie y género, Crepúsculo siempre ha sido una
historia sobre la magia, la obsesión y el frenesí del primer amor.
Así que pensé
para mí: Bueno, ¿y si pongo a prueba esa teoría? Eso podría ser divertido. Como
me suele pasar siempre, empecé creyendo que escribiría uno o dos capítulos. (Es
divertido y triste a la vez darme cuenta de que aún no me conozco demasiado
bien a mí misma. ) ¿Te acuerdas de que antes he mencionado que no tenía tiempo?
Afortunadamente, este proyecto no solo fue divertido, sino también rápido y
fácil. Resulta que no hay mucha diferencia entre una chica humana enamorada de
un vampiro y un chico humano enamorado de una vampira. Y así fue como nacieron
Beau y Edythe.
Un par de
apuntes sobre la transformación:
En general, he
cambiado directamente el género de todos los personajes de Crepúsculo, pero hay
dos excepciones:
La mayor es el
caso de Charlie y Renée, que siguen siendo Charlie y Renée. Y este es el motivo
principal: Beau nació en 1987. En aquella época era muy raro que un padre obtuviera
la custodia de un hijo, y aún menos cuando el hijo en cuestión era un bebé. Lo más
probable es que hubiera que haber declarado a la madre inepta de alguna manera.
Me cuesta mucho creer que cualquier juez de aquella época (e incluso de la actualidad)
hubiera concedido la custodia de un niño a un padre sin trabajo y que se trasladaba
continuamente frente a una madre con un trabajo estable y fuertemente ligada a su
comunidad. Por supuesto, en la actualidad, si Charlie hubiera luchado por la
custodia de Bella, probablemente hubiera podido quitársela a Renée. Aun así, el
escenario más probable es el que sucede en Crepúsculo. Sencillamente, el hecho
de que hace un par de décadas los derechos maternos se consideraban más
importantes que los derechos paternos, sumado a que Charlie no es un tipo
vengativo, hicieron posible que Renée criara a Bella y, en este caso, también a
Beau.
La segunda
excepción es muy pequeña: apenas un par de personajes secundarios que se mencionan
apenas un par de veces. El motivo de esta excepción es mi particular sentido de
la justicia para con los personajes de ficción. Había dos personajes en el
universo de Crepúsculo que, por lo general, salieron muy mal parados. Así
que, en lugar de cambiar los géneros de estos personajes, decidí darles un golpe
de gracia. No aporta nada a la historia, solo tiene que ver con mis rarezas y
con consentir mi neurosis.
Hay muchos
otros cambios en la escritura que vienen dados porque Beau es una persona de género
masculino, los cuales he pensado detallar para vosotros. Estas son estimaciones
hechas a ojo. No he contado las palabras exactas que he cambiado, ni tampoco he
hecho ninguna cuenta:
El 5% de los
cambios se corresponden a que Beau es un chico.
El 5% de los
cambios se deben a que la personalidad de Beau se desarrolló de manera
ligeramente distinta a la de Bella. Las mayores variaciones son que es bastante
más TOC, que su lenguaje no es tan poético, ni en sus palabras ni en sus
pensamientos, y que es mucho menos iracundo: no tiene el mismo sentido de
inferioridad que Bella carga sobre sus hombros.
El 70% de los
cambios se deben a que me han permitido hacer una corrección de estilo pasados
diez años y he tenido oportunidad de cambiar casi cada palabra que me incomodaba
desde que el libro fue impreso, lo cual ha sido magnífico.
El 10% son
cosas que me hubiera gustado hacer la primera vez, pero que no se me ocurrieron.
Puede parecer el mismo tipo de criterio de la categoría anterior, pero en realidad
es ligeramente distinto. No se trata de palabras que parecieran poco adecuadas
o no quedaran bien, sino ideas que me hubiera gustado explorar antes o
conversaciones que deberían haber tenido lugar, pero no lo hicieron.
El 5% son
problemas en la mitología —errores, en realidad— en su mayoría relacionados con
las visiones. Cuando continué con las secuelas de Crepúsculo (e incluso en Sol
de Medianoche, donde pude adentrarme en la mente de Alice y Edward), pulí
el modo en que funcionaban las visiones de Alice. En Crepúsculo todo es más
místico y, al revisarlo ahora, hay cosas en las que Alice debería haber
intervenido y no lo hizo. ¡Ups!
Lo que deja un
5% variado para la miscelánea de cambios que he hecho, cada uno por un motivo
distinto y, sin duda, egoísta.
Espero que
disfrutes la historia de Beau y Edythe, aunque no es algo que estuvieras
esperando. Desde luego, yo he disfrutado en grande creando esta nueva versión.
Adoro a Beau y Edythe con una pasión que no me esperaba, y su historia ha
vuelto a convertir el mundo ficticio de Forks en un lugar fresco y feliz para
mí. Espero que para ti sea igual. Si lo disfrutas aunque sea una décima parte
de lo que yo lo he hecho, habrá merecido la pena.
Gracias por
leer esta historia. Gracias por ser parte de este mundo, gracias por ser una asombrosa
e inesperada fuente de alegría en mi vida durante estos últimos diez años.
Con mucho
cariño,
Stephenie Meyer, Vida o Muerte
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