David Salas,
profesor de Lingüística, viaja a Madrid para localizar un libro raro del Siglo
de Oro. Pero ese viaje, promovido por su madre, es para encontrarse con sus
raíces y los secretos que guardaba su abuelo materno, escritor de éxito
afincado en Dublin, quien despertó su amor
a la lectura y la escritura y le habla del fuego invisible de la creatividad.
Ya
en Madrid es invitado, por medio de Paula, a casa de Lady Victoria Goodman,
amiga de la familia, quien afirma tener algo que perteneció a su abuelo, lo
cual intriga al joven escritor. Allí es
animado a participar en La Montaña Artificial, academia privada donde Victoria
prepara a alumnos sobre el sentido profundo de determinados textos literarios,
pues para Lady Goodman, “la palabra es la llave para acceder al alma del
mundo”. Y los escritores son chamanes que velan por ella. Por eso quiere que
David se una a su grupo, ya que su preparación académica y la formación que le
proporcionó su abuelo lo convierten en el candidato ideal.
David se
siente abrumado, pero por ver a Paula, accede. En la primera sesión trabajan sobre
El cuento del grial, escrito por Chrétien de Troyes. Pronto surgen
dudas sobre lo que Troyes quiso decir al hablar del grial. ¿Se refería a la
copa que usó Jesús en la Última Cena? Y si Troyes no se refería a un objeto
físico, ¿a qué hacía entonces alusión su cuento?
Davis se
entera de la muerte de un antiguo miembro del grupo, Guillermo Solís. Victoria
Goodman pretende que David ocupe el puesto del muerto y le ayude a descubrir
qué le ocurrió exactamente y hasta qué punto avanzó en sus averiguaciones sobre
el grial.
Dos temas
vamos a encontrar en esta novela: de Javier Sierra la búsqueda del Santo
Grial por Valencia, Barcelona y tierras oscenses (es la parte de misterio
esotérico (es la parte de novela de intriga conspiratoria, que le acerca a Dan
Brown, pero sin sus espectaculares giros argumentales) y el fuego del
acto literario (donde se recalca el poder de la palabra y el compromiso del
poeta, del escritor, con la magia de la escritura). La parte de misterio, la búsqueda del grial, está bien trabajada y
es la que atraerá a más lectores, pero prefiero la otra, la veo más íntima, más
personal, cuando David reflexiona sobre la creación literaria o desentraña los secretos
de su abuelo.
El libro se
lee de una forma fácil, que atrapa a la mayoría de los lectores con el misterio
que plantea. Un fallo que le veo es que le cuesta arrancar, casi un tercio del
libro se correspondería con el planteamiento de la historia, hasta que empieza
lo interesante y el desarrollo de los acontecimientos. Entre los personajes
destaca Victoria Goodman, que llega a robarle el protagonismo a David.
PREMIO PLANETA 2017
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