miércoles, 15 de septiembre de 2021

IN MEMORIAM: ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN (1939 - 2021)

 


LA CHICA QUE CONOCÍ EN UNA BODA

fue la prima que entonces se casó

luego hubo baile

piano y batería mucho vino

yo diría que gentes más bien pobres

con los trajes de muerto de las fiestas

nevaba muchos viejos

que echaban la colilla en un barreño

y sacudían la mota

mucha música

la pizpireta que se está

bajando las bragas

se pone de puntillas

mira la galería

con aquellos ojazos virgen santa

y aquel reír el vino

estuvo luego haciendo lo restante

hasta que ya no pude contenerme y se lo dije

no a ella

a mis amigos

y estuve enamorado como un mes

 

 EXCELENTES TIEMPOS PARA LA LÍRICA

¡Qué delicia escarbar en la pelambre

hasta dar con el cuero cabelludo

y allí cientos de liendres eruditas

ahítas de la sangre eminentísima

de tal o tal talento alejandrino!

Felices con sus propias deyecciones

plasman en un papel los grumos últimos.

Como un rayo lo imprimen en itálicas,

y tras uso de zafa y toalla sucia,

y una vez ajustados busto y medias,

instalan su real cuerpo en Boulevard Cavafís

y les ingresa en cuenta el señor March.

 

 CARPE DIEM

Qué dispendioso pulular de nombres,

de ateridas esperas mientras la madrugada

difuminaba taxis en una sucia niebla.

Qué lástima de tiempo barajando

naipes ya de textura ala de mosca

cuando el sol meridiano, más de un punto granado,

no sabe de demoras, admite alistamientos

sin requisito alguno,

por ahogado de sombra que llegue el aspirante,

para entregar a cambio manos como paneles,

ríos de campanillas, zureos de palomas,

terco mundo presente,

que fulgura y se esfuma tan tranquilo,

negándose de plano -y con cuánto derecho-

al deshonesto oficio de pañuelo de lágrimas.

 

MINUTOS

Consérvanse, hasta ahora, las raíces capilares,

la molestia periódica en la boca

que requiere de frontes muy seguidos.

La loca de la casa revolotea en cenizas,

el moscardón aguarda

inútilmente el mes de abril, la sangre

se licúa como en Nápoles,

adelgaza la mugre en la rafia, en el brillo.

El resplandor del mundo cada vez menos claro.

La llama, un día viva,

gotea regularmente por sucios y borrosos baldosines.

Agorera, la luz,

parpadea, tuerce el gesto, me rindo:

roja, ahora negra, roja.

Abre la nicotina muescas en el diencéfalo.

Los libros me prometen no bostezar ya más.

A vueltas con la cuerda, con el musgo

que la lluvia ha logrado en el alféizar.

Ruego al cielo que pare el artefacto

o que rompa en las rosas más azules.

 

DUCHESSE DE NORMANDIE

Con lunares postizos como las Silenciosas

paseas por la vulgar barriada de los ricos

vibrando en los incendios del color amarillo

fichando marquesinas y criados

para la fiesta tentacular del fuego.

A pie firme resistes el verano. Mientes

en danés. Acabas la noche ¡oh loca de ojos húmedos!

en imposibles barras de bares periféricos

pidiendo con voz ronca una copa no más la última copa

de espesa menta y una mirada amable

que borre tanta llaga, tanta

bajada a los infiernos, deseados lo sabes,

desde los días dorados de Palm Beach.

 

EL CINE DE LOS SÁBADOS

maravillas del cine galerías

de luz parpadeante entre silbidos

niños con su mamá que iban abajo

entre panteras un indio se esfuerza

por alcanzar los frutos más dorados

ivonne de carlo baila en scherezade

no sé si danza musulmana o tango

amor de mis quince años marilyn

ríos de la memoria tan margos

luego la cena desabrida y fría

y los ojos ardiendo como faros


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